Cogimos el metro rumbo a la estación central. Ni una consigna. Cortesía de los terroristas. Muchas gracias. Plan B: enseñarle la ciudad a nuestra maleta.
Dimos un paseo de nuevo por el barrio gótico. Las zonas que vimos de noche, ahora a la luz del día.
La plaza de San Felipe Neri, que de noche es un borrón oscuro es pequeñita, encantadora, un oasis de tranquilidad.
Desembocamos en la Rambla,
Visita a la manzana de la discordia, con la casa Batlló
Muy cerca se coge el tren al aeropuerto. Decir que va al aeropuerto es eso, un decir. Luego te meten en un autobús que tarda más o menos lo mismo que desde la ciudad hasta tu destino. Francamente mejorable.Barcelona es una ciudad encantadora. Merece la pena. Me quedaron tantas cosas por conocer: la fortaleza del Montjüic, Pedralbes, innumerables museos, la rambla, una opera en el Liceo...
Tengo que volver. ¿Os animáis?
Qué te puedo decir, pués que me encanta Barcelona. Reconozco que conozco mejor Madrid, pero me gusta más Barcelona...La pena es que está bastante lejos y a "mi pequeño gran hombre" lo de viajar en avión: "yuyu", de ahí que nuestras visitas culturales sean casi siempre a Madrid (vamos en coche).
ResponderEliminarUn besote, mi solete.
Vamosalculete.
¡Oye, Fartuquina! Pues creo que hay un tren bastante cómodo hasta Barcelona.
ResponderEliminarYo tengo que volver. Ya informé a mi mejor mitad.
Besín
Next time, instead of taking your suitcase around, take me.
ResponderEliminar(Although I'm sure your suitcase enjoyed itself, too.)