Niña, espero llegar a tiempo para que no te "escoñes ná"...jajaja...Ya he tomado buena nota de "la directa" así que tendré que ir pensando en la manera de solucionar el tema, no obstante y mientras tanto, espero que no te rompas "ná"...
Por cierto, curioso lo de los corazones, tendré que mirar más por dónde piso.
Cuando habla de la tenue palidez de los corazones desvaídos, estimada Conguito, hace que a un tipo duro como yo se le ablande el alma y le brote como por ensalmo esa vena poética que trata de mantener escondida a toda costa.
Y es que, tanto con la lírica como con la repostería, usted me pone los dientes largos, estimada amiga.
Pues los ví en el suelo del calatrava, por donde paso todas las mañanas. Había llovío. Ya se habían llevado los cadáveres (las hojas marchitas) pero su memoria perduró hasta que el sol secó el suelo.
¡Hombre, sr. Presi! ¡usted por aquí! Nadie que visite su blog puede creerse estas palabras. Nuestro Presi es poético, blandito y buenito. No hay manera de esconderlo... ni detrás de una moto o una rubia...
Bonita foto. Muy original.
ResponderEliminarOtro corazón que yace destrozado.
Besos
La vida es una sucesión de corazones abandonados.
ResponderEliminarQue triste ir encontrando corazones abandonados y descoloridos
ResponderEliminarUn beso
Gracias Impasse.
ResponderEliminarBesos
MAMUMA, también podrían ser corazones desecados que llevamos con nosotros...
ResponderEliminarA mí me alegraron el camino hacia el trabajo. En vez de ver chicles pegados o suciedad, el suelo estaba llenito de corazoncitos!
ResponderEliminarBesos
Niña, espero llegar a tiempo para que no te "escoñes ná"...jajaja...Ya he tomado buena nota de "la directa" así que tendré que ir pensando en la manera de solucionar el tema, no obstante y mientras tanto, espero que no te rompas "ná"...
ResponderEliminarPor cierto, curioso lo de los corazones, tendré que mirar más por dónde piso.
Un besote, mi solete.
Vamosalculete.
¡Ja, ja, ja! Fartuquina, ¡me vale con que compartamos un café!
ResponderEliminarLo de ir prestando atención de camino al trabajo o a casa da para mucho. Hoy mismo vi un precioso arcoiris.
Besotes
Pero que completa eres Congui... no se si eres mejor repostera o fotógrafa... Besis
ResponderEliminarGracias Luis, me sonrojo y todo. Besos
ResponderEliminarLuna,
ResponderEliminareran más bien hojas caídas que se resistían a desaparecer... una está cautiva para siempre.
Besos
Mandaré correo a Fartuquina a ver qué dice.
¡¡Yo también vi el arcoiris ayer!!
ResponderEliminarPreámbulo de lo que sería después...menuda mojadura.
Bonita foto.Más que desvaído, parece un corazón gastado y húmedo, no me había fijado en ellos nunca. ¿Dónde los viste?
Cuando habla de la tenue palidez de los corazones desvaídos, estimada Conguito, hace que a un tipo duro como yo se le ablande el alma y le brote como por ensalmo esa vena poética que trata de mantener escondida a toda costa.
ResponderEliminarY es que, tanto con la lírica como con la repostería, usted me pone los dientes largos, estimada amiga.
Bss
Hola MJ!
ResponderEliminarPues los ví en el suelo del calatrava, por donde paso todas las mañanas. Había llovío. Ya se habían llevado los cadáveres (las hojas marchitas) pero su memoria perduró hasta que el sol secó el suelo.
¡Hombre, sr. Presi! ¡usted por aquí! Nadie que visite su blog puede creerse estas palabras. Nuestro Presi es poético, blandito y buenito. No hay manera de esconderlo... ni detrás de una moto o una rubia...
ResponderEliminarLa estima y admiración es mutua.
Besos
Qué suerte un corazón a tus pies!!!!
ResponderEliminar¡Tanta poesía en tan pocas palabras, Pulguilla!
ResponderEliminarMe ha llegado al alma.
Besos