El otro día de camino al trabajo me topé con este arcoíris. Luego se puso a llover inmisericordamente (¿existe esta palabra?) y sólo paró después de unos cuantos días.
En plenas lluvias llegó mi cuñada, G., la hermana mayor de Ironman de visita. Se va a quedar unas semanas, así que no tengo tiempo para explayarme a gusto en el blog.
También intenté cazar una gota de lluvia cayendo en un charco... pero en vez de esto capturé al cielo y su nube en el suelo.Por último, subí a la Escuela Oficial de Idiomas a ver si encontraba un interlocutor para G. y que así practique su español (porque con nosotros siempre acabamos hablando alemán). Me topé con estos árboles¡Lástima que no haya más así en la ciudad!
En otro orden de cosas, el enano nº 3 ha vuelto a fútbol: de nuevo habrá que correr a los entrenamientos, a los partidos y esprintar con la tarea.
Y con esto me cargo las posibles fotos domingueras, pero de todas formas no hubiera tenido tiempo de colgarlas...
Que la visita te sea leve ya que las visitas son como el pescado a los tres dias en casa apesta.jeje
ResponderEliminarUn beso
Fotos muy bonitas, Conguito.
ResponderEliminarYo también vi ese arco iris esta semana.Siempre me hace sonreír, aunque sea el augurio de un tiempo lluvioso.
me gustaria ver esos arboles de colores, ahora voy a decir un topico:parecen pintados, pero por el momento no puedo, estoy tan ocupada como tú y por el mismo motivo, me conformo con esa preciosa fotografía.
ResponderEliminarBesos
Solo me gusta el otoño(augurio de días más cortos y fríos) por los espectaculares colores que nos brinda. Preciosas las fotografías. A veces nos resulta dificil, con esta vida acelerada que llevamos, percatarnos de las fantásticas estampas que tenemos delante de las narices.
ResponderEliminarBesitos
Cuaren, de tres días nada. Más bien tres semanas.
ResponderEliminarYa hemos cumplido una semana, sólo quedan dos y media más... pero es muy llevadero: G. es muy independiente y ayuda en casa, así que bien.
Besotes
Sí, M.J., el arcoiris siempre despierta buenos sentimientos... y a veces anuncia la calma después de la tormenta.
ResponderEliminarFue una agradable sorpresa encontrarlos, Impasse ya que subí a marchas forzadas y bajé igual. Lo dicho, una pena que no haya más así en la ciudad.
ResponderEliminarBeluga, a mí el principio del otoño sí me gusta: con aún bastante luz, la atmósfera clara y tiempo templado. Cuando se acortan tanto los días y comienza a llover... ya es otra cosa. Por lo menos los colores cálidos y la atmósfera clara nos lo hacen llevadero.
ResponderEliminarBesos