Nos metimos en el coche y decidimos cruzar el puente de 25 de abril. Hasta ahí bien. A continuación nos perdimos y llegamos hasta el barrio de Belém. Me hubiera gustado visitar el Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belém, el Monumento a los Descubrimientos y, para coronar, probar los famosos pastelitos de Belém. Pensé que nuestro amigo se iba a encontrar con nosotros en breve y que no había tiempo. Aparentemente "dentro de un rato" significa cuatro o cinco horas. Así que acabamos visitando prácticamente los mismos lugares que el día anterior. Lo dicho: un dolor.
Me llamó la atención la manera de preparar las castañas asadas, con sal. El horno es diferente que aquí, que son fijos. Las bolsas están bien pensadas, pues son dobles, de manera que una mitad es para las cáscaras. Todavía no he decidido si me gustan con sal o sin nada. Creo que sin condimentos. Las castañas ya tienen bastante sabor, no necesitan potenciador.
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