
Hoy subimos a Pajares. La temperatura era bastante baja. Afortunadamente no había mucho viento. Nos pusimos nuestra ropa interior térmica, jerseys de cuello alto, polares y anoraks. No nos sobraba nada, como se puede ver a los enanos con su abuela en la silla.
Sí. Mi madre esquía. Seguimos.
Pajares es una estación pequeñita. Sus paisajes no son tan espectaculares como los del Pirineo o las montañas de los Alpes. Es lo que tenemos y nos gusta.
Hoy estaba precioso. Lleno de nieve blanca, con el cielo azul a rabiar. Allí arriba te olvidas de todo. Sólo están la nieve, el cielo, la pendiente y tú. Incluso me sobran los altavoces con música en los telesillas...


También hay un río que baja por allí. Creo que es el Pajares, aunque hay otro arroyuelo que se llama Fuente la Reina. ¡Qué ignorancia la mía!




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