Cuando llegamos a nuestra casa en Francia, no sólo estaba completamente desamueblada, sino que los supuestos armarios empotrados eran unos huecos desnudos y vacíos tras el muro. Tres enanos de cuatro, dos años y 3 meses, ningún mueble, dos maletas eran nuestras pertenencias. Tuvimos que improvisar. Tal vez los dueños creían que les íbamos a montar unos maravillosos interiores en los huecos. Se equivocaron. Nos dirigimos al supermercado de bricolaje más cercano, compramos todo tipo de estanterías y percheros, nos dedicamos a montarlas y barnizarlas los siguientes fines de semanas... mientras los enanos correteaban alrededor.
Ha llegado el momento de cambiarlas. La ventaja: ganamos unos centímetros en el salón. La desventaja: tenemos menos sitio, todo queda más amontonado y ... no nos va a caber el belén. Ya pensaremos algo.
El resultado:Otra cosita pendiente era la alacena. Tenemos una preciosa alacena francesa del siglo XVIII en madera de cerezo. Me gustaría llenar la casa de antigüedades pero Ironman no me deja. Tal vez sea mejor así, los enanos son bastante destructores.
Había comprado una greca... simplemente tenía que pegarla - coserla a un trozo de tela en vez de pegarla con celo a los estantes. Me hubiera gustado más encontrar algo más fino de algodón blanco, tal vez batista, pero al lado de casa me vendieron un tejido horrible que he tenido que usar.
Y con este proyecto creo que la casa está finalizada.
Resumiendo:
Pintar la casa | Hecho |
Confeccionar cortinas | Hecho |
Hacer una mesa para el despacho | Hecho |
Cambiar las estanterías y reordenar biblioteca | Hecho |
Alacena | Hecho |
Ironman: ya nos podemos mudar.
3 comentarios:
domingo, 08 agosto, 2010
Eah! a la casa nueva, ahora soy yo la que te entiendo a ti, mi casa esta llena de retales de los distintos sitios por los que hemos transitado, todos prácticos, útiles y con un nulo aspecto de glamour o bueno
Besos
domingo, 08 agosto, 2010
Sí, 40ñera, nuestra casa carece de glamour y es muy práctica, eso sí, cada cachibache me trae recuerdos de nuestras andanzas y eso es como el anuncio de la visa: no tiene precio.
Besos
domingo, 08 agosto, 2010
¡Soy yo la que me quiero ir! Debo tener alma de gitana... aunque las mudanzas me ponen mala
¿Mudarnos a dónde? No lo sé, a lo mejor se queda en simple sueño...
Besos
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