Ironman: durante dos días anteriores ya me sentía bastante nervioso y dormía mal. En la mañana misma de la competición me levanté contento, porque el día de la gran prueba finalmente había llegado.
Conguito: ¿cómo te preparaste esa mañana?
Ironman: Me levanté a las tres y media de la mañana para desayunar y prepararme tranquilamente, mientras encendía en mi cabeza el modo “robot”. A las cinco menos cuarto Conguito y yo salimos del apartamento rumbo a la salida. Todavía era de noche. Algunos juerguistas volvían a casa, pero lo que más había era atletas venidos de todo el mundo preparándose: hinchando las ruedas de las bicis, pegando las barritas energéticas, colocando las botellas en su sitio, dando la ropa de calle para después de la prueba, último stop en el baño, aceite por todo el cuerpo, enfundarse en el neopreno y a la playa.Conguito: ¿qué es el modo “robot”?, y ¿por qué te levantaste tan temprano?
Ironman: El chupinazo de salida era a las 6:30.
El Ironman es no sólo una prueba física sino también mental. Hay que estar preparado para todo lo que puede ir bien o mal a lo largo del día. Para sobrevivir la batalla en el agua, para no perder los ánimos en las subidas largas de bicicleta, para poder luchar contra el viento, para beber y comer continuamente, para poder manejar un pinchazo de bici si la suerte así lo quiere, para aguantar el calor, los dolores diversos y perversos, para solucionar posibles problemas gástricos, porque va a ser un día muy largo.
Conguito: ¿qué significa esta pancarta en la playa?Ironman: Para organizar la salida, la playa estaba distribuida en varios segmentos según el tiempo que los diferentes nadadores pensaban que iban a emplear en cubrir los 3,8 km. Independientemente de eso, decidí posicionarme al extremo izquierdo como estrategia. Esto significaría tal vez nadar un poco más con el objetivo de evitar luchas.
Conguito: ¿cómo se desarrollo la prueba, pues?
Ironman: Éramos casi 2.800 atletas en la playa. Intenté ignorar todo a mi alrededor para no dejarme impresionar por el caos.Salida: intento buscar el extremo izquierdo para poder nadar tranquilo. Muchos tuvieron la misma idea. Mi táctica sólo me funcionó parcialmente: evité golpes y luchas fuertes sin embargo nadé continuamente acompañado por un grupo enorme de gente sufriendo toques y pequeños golpes incesantemente. Fue como un mega atasco. Resumiendo, conseguí nadar a un ritmo cómodo, disfrutando de mi primera participación en un Ironman, a pesar de algunos momentos con leves calambres en los gemelos.
Conguito: ¿Qué tal la transición?Ironman: Salí del agua, subí la rampa corriendo, pasé por el túnel de ducha, cogí la bolsa con el equipo de ciclista, entré en la enorme tienda habilitada para cambiarnos. Me quité el neopreno, me senté, me sequé, me puse crema de protección solar y me vestí de arriba abajo: casco, gafas de sol, ropa, zapatos. Guardé el equipo de natación, lo entregué a uno de los muchos voluntarios que ayudaban en la prueba y… a por la bici. Eran un poco más de las ocho. Ciento ochenta km de bicicleta me esperaban.Conguito: ¿Cuánto tardaste? ¿Cómo te fue?, y ¿a los demás?
Ironman: Esta es la parte más difícil y espectacular a la vez. Se compone de varios puertos de montaña en los Alpes marítimos. En total hay que subir casi 2.000 metros, entre ellos un puerto de 21 km de ascensión continua.
Cuando comencé a rodar me sentía muy bien. Me comí dos barritas energéticas. En la primera rampa acentuada noté algo de cansancio, tal vez debido a la falta de descanso de los últimos días. Las barritas comenzaron a pesarme en el estómago. Decidí cambiar la estrategia de alimentación y tomar sólo bebidas energéticas. Continué a mi ritmo , conseguí recuperarme. La carrera continuaba.
En la subida más larga mantuve mi ritmo e incluso adelanté a unos cuantos triatletas. ¡Lo que hace prepararse en Asturias!Toda la subida se desarrolló en pleno sol. Algunos colegas paraban. En la cima, otros hicieron un pic-nic: se bajaron de la bici, se quitaron los zapatos, comieron a la sombra de un árbol. No me dejé impresionar, yo continué como un robot si bien ya no pedaleaba con tanta alegría. Por suerte lo peor había pasado, ahora tenía bastante km. de bajada.
En total empleé 7 horas. En el último tramo al volver a Niza por la Promenade des Anglaises, ví algunos triatletas que ya estaban corriendo el maratón con sus caras agotadas, vacías, como zombies; sentí el calor y la humedad y me pregunté ¿cómo voy a correr ahora 42,200 km?
Conguito: y… ¿cómo lo conseguiste?
Ironman: Muy fácil. Paso a paso, kilómetro kilómetro. Vuelta a vuelta.
Además cómo iba a desistir ahora después de haber llegado hasta aquí. No me refiero sólo a las casi nueve horas de este día mismo sino a los últimos 10 meses de entrenamiento.
En recorrido consistía en cuatro vueltas, con avituallamientos cada 1,7 km.
Conguito: ¿Qué estás haciendo aquí?Ironman: Al comienzo de cada avituallamiento, el ritual era siempre el mismo: ducha, andar hasta la mesa con bebida y comida, coger dos barritas y dos vasos con bebida energética, beber despacio, papelera, volver a correr. En la foto intento no mojarme los pies porque si corres con pies mojados en seguida te salen ampollas y es muy desagradable. Cada avituallamiento una meta, un objetivo a alcanzar, un logro, una fiesta.
Las primeras dos vueltas, medio maratón, transcurrieron muy bien. El calor era tremendo, varios atletas tenían que parar y sentarse; otros simplemente se desmayaban. Esto me hizo pensar “no dejes que esto te pase”.
A partir del km 26 me empezaron a doler las rodillas. En el kilómetro 31 ya no podía con la bebida energética, así que cambié a coca-cola. Me entraron ganas de vomitar. Comencé a caminar. Un australiano se me unió. Los últimos cinco kilómetros los corrí de nuevo.
Finalmente estaba ahí, el canal de meta (por donde había pasado tres veces antes sin poder entrar). Tambores, música, aplausos, el speaker gritando mi nombre ¡qué emoción! Busqué a los míos que me estaban esperando. Besos y abrazos. Entré en la meta. Me colgaron la medalla ¡Qué satisfacción! Soy un Ironman.Conguito: ¿Proyectos futuros?
Ironman: De momento recuperarme y disfrutar del verano y luego… ya veremos
6 comentarios:
miércoles, 18 agosto, 2010
Enhorabuena de nuevo Ironman.
Leyendo el relato en palabras de su protagonista, lo he vivido ,casi, como si hubiera estado allí. Ha sido toda una "gesta deportiva".
Y muy contada.
Besos
jueves, 19 agosto, 2010
Gracias Impasse, Luna y Jose por los amables comentarios. La verdad es que todo fue muy emocionante y toda una experiencia. Ahora tengo el miedo en el cuerpo por lo que Ironman pueda estar maquinando. ¡Miedo me da!
Besos
viernes, 20 agosto, 2010
Madre mía, estoy muy impresionada. Del triatlon sólo conocía, pués eso, que era una prueba que combinaba natación, ciclismo y cross, pero nunca pensé que fueran tan largas las distancias.
Muchas gracias por la explicación y sobre todo, mucha felicidades al nuevo Airoman, aunque yo diría al nuevo SUPER-Airoman.
¿Habrá más felicidad que conseguir los retos propuestos y por los que tanto se lucha?
¡Qué gratificante es que tus esfuerzos se vean recompensados! ¿Verdad?...
Un besote, mi solete.
Vamosalculete.
viernes, 20 agosto, 2010
Sí-ja-sí. Es que esta gente está literalmente loca, tb hay jabalíman que ahora no me acuerdo en qué consiste, otra que son 3 ironman seguidos, sí has leído bien...
Besos
domingo, 05 septiembre, 2010
Conguito no hay derecho con lo que haces.... tu crees que se pueden poner esas fotos de un tipo con esos pectorales... ese cuerpo atletico donde los haya?... que vamos hacer ahora el resto de los mortales yo no vuelvo a salir de casa en la vida... Mecaguennnnn... Besis pa ti y abarzu pal madelman
domingo, 05 septiembre, 2010
Pero Luis, por favor! si con esos ojazos puedes ir a donde quieras, además después del tratamiento de talasoterapia de este verano, vamos que no tienes nada que envidiar.
El madelman entrenando para este finde, aunque va a ser como un paseillo después de lo de Niza...
Besos
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