Ayer volvimos del tenis con hambre. No es de extrañar, ya que corrimos 20 min. después de la clase. Esta vez lo soporté mejor que el martes. La costumbre. Ya vamos alcanzando el nivel pre - vacacional... Mis agujetas se han transformado. Ahora es una especie de cansancio generalizado en las piernas. Del brazo estoy mejor, ¿quién lo iba a pensar?
En todo caso, abrí la nevera y vi espárragos verdes y champiñones. Muy bien, había que comérselos, que este finde nos vamos a la playa, aunque toque lluvia... Así que saqué el wok e hice esta salsa para comerla con pasta. No creo que esté descubriendo las Américas, pero puedo decir con orgullo que salió de mi cabeza. La receta:
- Un paquete de macarrones o la pasta que uno quiera
- Un paquete de espárragos verdes (400 gr)
- Una bandeja de champiñones (300 gr)
- Un brick de nata líquida (200gr)
- 2 dientes de ajo grandes
- aceite de oliva
- queso parmesano rallado al gusto
- sal
Cuando los champiñones comiencen a soltar agua, añadir el ajo picado y la sal. Cuando ya estén hechos, añadir la nata. Darle un hervor y retirar del fuego.
Cocer la pasta. Escurrirla y añadirla a la salsa.
Poner todo el queso rallado que uno quiera. Servir inmediatamente.
Supongo que también se puede añadir pimienta recién picada y toda clase de especias como orégano, albahaca y yo qué sé qué más. A mí me gustan los sabores puros de los ingredientes, así que prefiero no usar muchas especias. Además se me hace la digestión más pesada, mi estómago nunca ha vuelto a ser el mismo desde el nacimiento de los niños...
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