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El pasado domingo el tiempo no animaba a ir a la playa. Menos mal que estos lares ofrecen alternativas muy atractivas si al sol le da por remolonear... Detrás de la casa de mis padres está la peña El Pagadín, que decidimos conquistar. La gente del lugar nos ha contado la historia del nombre de esta peña, puede ser verdad o un cuento chino... en todo caso, ahí va: el moro Almanzor subía con sus soldados los veranos a recoger los impuestos (en dinero y doncellas) y según la leyenda la transacción junto con el pago a sus tropas sucedía en la falda de esta peña y de ahí le vendría el nombre.
El Pagadín no es muy alto y es fácil de escalar, aunque incómodo si no se dispone de los zapatos adecuados, como nos sucedía a nosotros que íbamos con playeros. Además no hay senda o si la hay no la encontramos, así que subimos como las cabras: entre matorrales espinosos. Bajamos por el otro lado, sin arbustos pero con hierba bastante alta (afortunadamente seca). Puedo decir con orgullo que sólo resbalé una vez, lo cual es un hito pues soy bastante patosa...
Ya casi en la cima se puede ver por la izquierda la playa de Vega y por la derecha los Picos de Europa. Entonces comprendes lo aislados que hemos estado por aquí hasta hace poco. Por un lado un mar bastante traicionero y por los otros cadenas montañosas...
Picos de Europa de lejos...
... Picos de Europa con el zoom.Una muestra de la flora que se puede encontrar en la peña
Llegamos victoriosos. La verdad es que hubo momentos que sentí miedo, pues íbamos con dos niñas y, como ya he mencionado, sin el calzado adecuado, por lo que el peligro de resbalar era bastante grande. Pero se portaron como dos campeonas y, después de tres horas, llegamos a casa todos sanos, salvos, orgullosos y hambrientos.
Tiramisu
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Este postre conocido y apreciado por mucha gente, no es antiguo sino que
fue creado alrededor de los años 50 del s.XX, y es de facil elaboración,
como s...
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