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Estas son las nuevas sillas del comedor. Como se puede ver a simple vista, son totalmente diferentes a las que teníamos. Nuestro comedor viene de Brasil. Cuando estuvimos viviendo allí, este tipo de mesa, de mármol y cuadrada, estaba de moda. Nos gustó mucho el modelo. Pienso que ocupa menos sitio que las alargadas y facilita la conversación entre los comensales.Eso sí, tienes que pensar muy mucho dónde la vas a poner, porque luego es prácticamente imposible moverla con menos de cinco hombres... Además de la mesa compramos ocho sillas. La primera la rompió el enano nº 3 cuando tenía un año, escaló, se apoyó en el respaldo y se calló para atrás. Son esas cosas que ves venir, gritas ¡no!, sales corriendo para evitarlo pero llegas tarde. ¿A alguien no le ha pasado? La segunda la rompió mi hermano mayor las navidades pasadas (creo). No fue una sorpresa. Ya me había dicho un carpintero que sí, que muy bonitas, pero que están mal hechas, mal equilibradas y que esto iría pasando.
¿Qué hacer? Nuestras opciones eran dos, bueno tres:
- Tirar las seis restantes y buscar nuevas.
- Mandar hacer dos réplicas de las originales.
- Comprar dos sillas cómodas que nos gustasen y que no desentonasen mucho.
Ha ganado la opción tres. La primera queda descartada: estas sillas nos traen muchos recuerdos. La segunda era tentadora, pero si se van a seguir rompiendo...
Después de algunas visitas a varias tiendas de muebles, incluido Ikea, encontré estas sillas en Casa. Son cómodas, desde mi punto de vista bonitas y combinan con el conjunto. ¡Espero que no se rompan!
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