Nos lo pasamos muy bien. Los niños sintiéndose mayores solos en sus habitaciones y nosotros, también solos en nuestra habitación, muy relajados.
Este fin de semana, reunidos en derredor de una mesa, como siempre, una idea se ha materializado en mi mente.
Nuestra manera de demostrar cariño es a través de la comida:
- que alguien cumple años, puede elegir menú y/o restaurante.
- que a la niña le duele el pie, le traigo un pastelín de postre para endulzar su vida.
- que tenemos un disgusto muy grande, se saca el chocolate...
Mi padre nos ofreció un resumen de su vida, hasta ahora, muy entrañable y divertido. Mis niños ofrecieron una pequeña obra de teatro y B. recitó Con cien cañones por banda. Estuvo muy, muy bien.
Por supuesto, la tarea también nos acompañó en esta escapada. ¡Hasta para eso tuvimos tiempo!
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