Torneo de barrios de fútbol 8, Oviedo. Mi enano ha sido convocado.El partido fue muy emocionante. Comenzamos marcando un gol de penalti, provocado por el enano. Creo que su intención era pasar por encima del portero y llegar hasta el fondo de la portería. El portero tenía otra idea...
Me resulta asombroso lo serio que el fútbol es para muchas personas. Se ponen verdaderamente fuera de sí. Para estos niños es importantísimo, están dispuestos a estar entrenando una hora y tres cuartos bajo una lluvia torrencial, dejarse pegar patadas, empujones, poner zancadillas... todas nuestras enseñanzas sobre la educación y las buenas maneras, todos nuestros intentos de hacer de los niños personas, destruídos. Siguiendo por sus mayores, que los llevamos de aquí para allá, a entrenamientos y partidos, sufriendo durantes los partidos.
Comienza la segunda parte. Vamos empatados uno a uno. Dominamos cómodamente, en una jugado de córner, uno de los nuestros mete la cabeza y GOL. Dos-uno. Estamos inspirados. El enano roba el balón en nuestra área, regatea a todo el que se el pone delante, hace un pase de antología y: tres-uno.
En la grada no nos lo podemos creer. Nuestros chicos juegan de maravilla. Corren, cubren al contrario, roban balones, defienden como jabatos. ¿Será posible? ¡Si los del equipo contrario son de un año a dos mayores! Estamos eufóricos.Desgraciadamente, cuando faltaban cinco minutos para el final del partidos, encajamos dos goles. Empate. Nos sabe amargo. Pero hemos visto que podemos. La edad del contrario es lo de menos. Vamos a por todas.
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