viernes, 30 de julio de 2010

'Toy enganchada

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En casa usamos la tele más para ver programas grabados que para seguir la programación. Me rebelo contra lo que nos quieren hacer tragar en este país, a la hora en que nos lo quieren hacer tragar. ¿Alguien me puede explicar por qué las películas infantiles se ponen los sábados a las diez de la noche (hora en que los enanos tienen que estar en brazos de Morfeo, si es que yo soy muy anticuada)?

Los programas españoles tipo Escenas de Matrimonio me producen erisipela, mi sentido del humor es muy otro. Además prefiero ver todo lo que pueda en versión original.

Pero, como a toda regla le está dada una excepción, estoy enganchada a L.A. Ink. Me fascina. Vamos por partes.

No cabe ninguna duda de que los tatuadores son artistas. La pintura concreta se ha refugiado en este sector. Todo está muy bien perfilado, sombreado y a veces coloreado. Se diría que sus dibujos van a tomar vida propia y desprenderse de sus porteadores. Son auténticos pintores sobre piel.

Siempre pensé que cuando alguien se decidía a plasmarse un dibujo indeleble era para impresionar al mundo a su alrededor, tipo "soy malo, malo y mira que machote soy, tengo un tatuaje". Estaba equivocada. La gente está loca, pero de otra manera. Resulta que se los ponen para recordar y honrar al alguien o a algo. Acabáramos. ¿Para qué existen las fotos, pues? Detrás de cada tatuaje hay una historia: mi abuela en la pantorrilla - nunca la conocí pero soy igualita que ella; mi mejor amiga que murió de cáncer - le encantaba surfear - convertida en sirena multicolor en el brazo; el budismo que me fascina - un pedazo buda feliz en la panza compartiendo ombligo; soy intolerante a la lactosa y echo de menos el queso - un gruyère en el biceps... Es alucinante, oyes.

Por otro lado, parece ser cosa adictiva, a pesar del dolor. Tatuajes por todas partes: cuello, cara, nudillos, pantorrilla, cadera, escote...

Todos se emocionan mogollón al verse con su nuevo tatuaje. Dicen:

- Ahora pensaré en esto o lo otro cada día cuando mire mi tatuaje.

Pienso que es un gesto grande pero vano. Así como acabamos por no ver nuestro entorno, acabarán por no ver su dibujo. Irá deteriorándose, cayéndose, desdibujándose... como las fotos se descoloran, se agrietan, se desintegran.

A todo esto no he contado que estuve a punto de tatuarme una vez, en un tiempo muy lejano, allá en Brasil. Ironman lo propuso. Sería algo discreto; la mitad él, mitad yo. Dudé demasiados minutos... y la ventana se cerró. Cuando asentí Ironman ya se había echado atrás.

Total, que no puedo dejar de ver el programa. Mejor dicho, no podía... porque me lo han quitado. Estoy pasando unos momentos amargos de síndrome de abstinencia. ¿Qué ha pasado con los tatuadores? ¿Qué nuevos clientes van a visitar la tienda? Espero que me lo devuelvan en septiembre porque estoy enganchadita.
¿Qué historia podría haber tras este tatuaje? ¿Es chica o chico?

miércoles, 28 de julio de 2010

Un mantel nuevo

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Como todos los años, durante un periodo estival (cada vez más corto) me convierto en madre sin hijos. Entonces mi culo inquieto se pone muy nervioso y me da por desempolvar los deberes pendientes para ponerme manos a la obra: que si pintar la casa, que si clasificar fotos, que si ordenar armarios... He de confesar, por otro lado, que mis energías son inversamente proporcionales al número de años biológicos acumulados en mi serrano cuerpo (que mentales ya es otro asunto: me gusta pensar que soy joven, pero joven DE VERDAD, con mayúsculas). O sea, que mis proyectos van disminuyendo tanto en número como en dificultad. Pero en fin, es lo que hay.

Nuestra mesa de comedor es un cuadrado de 1,40 m2. No existen en el mercado manteles para ella, la pobre. Tenemos uno azul que ya está a punto de desintegrarse de usarlo y lavarlo sin piedad.

Hace tres años, en navidades, compré tela en Alemania para confeccionar otro. Era un poco sosa, así que se me ocurrió tunearlo a juego con nuestra vajilla. Total, que el verano pasado durante tres días de lluvia no tuve más remedio que sentarme a la máquina y rematar los bordes.

A lo largo del curso, en cualquier mes, no recuerdo bien; calqué el motivo central. Lo amplié al nosécuántosporciento. Ya sólo faltaba plasmarlo en la tela. La semana pasada fue el momento. Las excusas estaban agotadas.
Lo peor, lo más laborioso, es el diseño. Digo yo que por eso se pagará la ropa tan cara, porque en mi modesta opinión un trapo es un trapo... pero eso es otra historia.

Después de estrujarme la neurona, esto es lo que se me ocurrió.Sencillito, para darle un toque de color, sin pasarse de frenada.

Para hacerse una mejor idea, aquí está la mesa puesta.
¿Qué os parece?

martes, 27 de julio de 2010

Madioca frita (yuca frita)

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Vamos con una receta, que ya toca.

Esto que veis arriba es una raiz de yuca. En Brasil se llama mandioca. Allí hace las veces de patata. De ella se extrae harina, que llaman farofa y almidón, que llaman polvilho. Hace falta cocelar antes de comerla porque contiene una toxina (si queréis saber cual y bla, bla, bla, miradlo en wikipedia). La verdad, siempre me asombra la sabiduría que hay que tener para aprovechar las plantas a nuestro alrededor y sacarles el mayor partido. De regalo, no tiene glutén por lo tanto es apto para celiacos.

Hace ya once años que me marché de Brasil y tengo que reconocer que ultimamente me está dando la saudade, la morriña. Tengo un picor en el cuerpo que no se me pasa, una desazón que no me deja tranquila. Quiero volver al país que vio a mis dos primeros hijos nacer. Dar una vuelta por mi barrio, ir a la feira hippie, visitar la guardería de los enanos, enseñarles su hospital, ver la bóveda celeste del sur otra vez. Quiero volver a los restaurantes que frecuentábamos, quiero comer pizza con catupiry, surubim na brasa, moqueca de peixe, pâo de quiejo, bobó de camarâo, quiero beber una caipi-vodka al calor de la noche, quiero oír música brasileira en directo... Ironman: ¿me captas?

Mientras espero que mi héroe haga mi sueño realidad, he preparado un poco de mandioca frita (a ver si le despierto la saudade). Se puede servir como acompañamiento al plato principal o como aperitivo, con una cerveza bien fría.

Veréis, es bien sencillo. Cuando lo probéis, no volveréis a mirar para las patatas fritas.

Madioca frita

Ingredientes:
  • una raiz de yuca
  • aceite de girasol (supongo que con aceite de oliva esté aún mejor, pero esta vez voy a ser purista, el Brasil se usa el aceite de girasol)
  • agua
  • sal
Método:
  1. En un cazo, pon agua con sal a calentar.
  2. Pela la mandioca o yuca y córtala en tres o cuatro (dependiendo del tamaño) trozos grandes.
  3. La yuca tiene una parte leñosa en el medio que hay que descartar. Buena suerte con esto. Yo me dejé algún trozo leñoso: estuvimos a punto de perder un diente al toparnos con ella...
  4. Cuence la yuca durante una media hora, hasta que esté blanda, pero no a punto de deshacerse. Escúrrela bien y deja que se enfríe.
  5. Calienta abundante aceite de girasol en un cazo profundo o freidora.
  6. Corta los trozos de yuca en deditos:
  7. Fríelos a fuego fuerte hasta que estén doraditos. Escúrrelos sobre papel de cocina y rectifica de sal si es necesario.
  8. Sírvelos bien calientes acompañados de una cerveza gelada (helada).

domingo, 25 de julio de 2010

Opinión

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Me llega esta foto vía correo electrónica.

¿Qué hay de verdad en ello?

viernes, 23 de julio de 2010

Bienvenue chez les Chi'tis (Bienvenidos al norte)

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Ahora que Ironman y yo estamos huérfanos de enanos, ya no estamos tan cansados por las noches, a la par que acabamos nuestras tareas vitales, como el cenar, mucho más temprano; podemos permitirnos el lujo de ver una película.

Esta en concreto nos la habían recomendado varias veces, pero mis agujeros cerebrales de gruyère me impedían acordarme. Lo que hace el relax, ¡oyes! No me costó nada recuperar el título de mis pliegues maltratados. Vamos, que ayer no dormí siesta, podría pues afirmar que me siento descansada.

Total y resumiendo, que la vimos.

¿Por qué esperamos tanto? ¿Qué tontería?

Nuestras carcajadas fueron irrefrenables, incontrolables, compulsivas, con vida propia.

Los franceses me aburren hasta lo infinito con sus películas intelectuales, pseudoprofundas. Pero comedias sí que saben hacer, de vez en cuando. Resulta que los tíos saben reírse de sí mismos. ¿Quién lo iba a sospechar?

Vivimos tres años en Francia, más al norte que al sur. Puedo certificar que es cierto, que es así, que todos pierden el trasero por mudarse al sur, al mar, a la côte d'Azur. Tal vez porque es el único lugar de su país donde no son en absoluto franceses. Y una menda se pregunta ¿es que ni a ellos les gusta su país? Como dice una amiga mía:

- "Francia es un país precioso... lástima que está lleno de franceses".


En fins. Supongo que somos los que quedaban sin verla puesto que se estrenó en el 2008. De todas maneras si aún queda algún despistado por ahí ¿a qué estáis esperando? ¡Esta hay que verla!

jueves, 22 de julio de 2010

Soy una anticuada

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Día: domingo 18 de julio del año que nos ocupa.

Lugar: playa de Vega

Pregunta: ¿Por qué?

Está visto que esto de llevar el culo al aire se está imponiendo como moda. Vale, sí. El muchacho tenía un cuerpo escultural, apolíneo incluso.

Aprendí el año pasado que esta moda nació en los penitenciarios norteamericanos hace ya un porrón de años. Al entrar los reclusos deben renunciar al cinturón por motivos de seguridad (con un cinturón se pueden hacer virguerías). Consecuentemente los pantalones se caen. Si tienes un trasero prominente, puedes parar la caída del muro a tiempo. Pues ahora resulta que en la playa también, sólo que sin calzoncillo, claro.

Puede que me haya quedado anticuada, o que haya nacido ya así. Resulta que me gusta usar mi imaginación para llenar los huecos. Aquí ya no hay margen, ¡oyes! Además, unos metros más allá, tienes la zona nudista. Claro que entonces las piernas se broncearían, o tal vez no podríamos enfundarnos en un bañador de marca...

No es un hecho aislado. Desgraciadamente.

La foto superior fue tomada el verano pasado, en la misma playa. Podríamos pensar que es el lugar, que invita al exceso. Pues no.

Más pruebas. Cuatro de octubre de 2009. Playa de Espasa. No, no era una distracción del culpable, se colocó así que lo vi yo (y todo el que quisiera mirar).

Que me decís, ¿soy una carca sin remedio o esto se pasa de castaño oscuro?

martes, 20 de julio de 2010

Acontecimiento planetario

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El pasado sábado, nuestro estimado Presidente convocó a su gabinete en su residencia de verano, en Pando(ra).

Nos lo pasamos en grande, comimos, reímos, jugamos, nadamos. Resúmenes mejores y más inspirados que esta primitiva Conguito, se pueden encontrar aquí, aquí, aquí, aquí y aquí.

Aprovecho también para pedir amparo y protección a nuestro Presi, ya que ZP quiere prohibir la bollería en los colegios y me siento directamente afectada en mis funciones como ministro de cocina e industria.

Este fue el verdadero acontecimiento histórico en nuestro planeta. Espero que sea el primero de muchos.

A ver si Leire aprende.

domingo, 18 de julio de 2010

Rocío

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domingo, 11 de julio de 2010

¡Campeones!

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¡Oé, oé, oé, oéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!