viernes, 31 de julio de 2009

Intercourse

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Estamos de vuelta en Lancaster County, que tiene una gran comunidad amish, además de menonitas y otras agrupaciones cristianas.

Siempre me han fascinado. Sólo hace poco comprendí que los amish es una religión.

Datos interesantes:
  • Se bautizan en edad adulta, hasta ese momento no pertenecen a la iglesia.
  • Viven en el mundo pero apartados de él, dedicándo toda su energía a la salvación.
  • No usan electricidad corriente, pero sí lavadora, nevera, plancha... alimentadas con baterías o motores diesel, pero rechazan la tele, la radio, el teléfono y los coches.
  • ¿Por qué usan los amish calesas? Por que otros medios de transporte les podría llevar muy lejos en poco tiempo en detrimento de la comunidad. La comunidad es lo más importante.
  • No montan los caballos, sólo los usan para transporte de materiales y personas.
  • Los amish van a la escuela hasta los 13 años. Luego a trabajar. Las mujeres sólo trabajan fuera de casa hasta que se casan, luego tendrán todos los hijos que Dios les de.
  • Lo que más le gusta a los amish es ser granjeros.
  • Su modo de vestir es establecido por el obispo. En Intercourse, por ejemplo, las cortinas de todos eran verdes. Hasta los detalles más nímios como la anchura de los tirantes.
  • Las mujeres se cubren constantemente la cabeza desde los 16 años (me parece recordar). ¿Por qué? porque hay un pasaje en la biblia en corintios 1 11:16 donde san Pablo dice que los hombres deben descubrirse la cabeza y las mujeres al contrario.
  • No se casan fuera de la comunidad: un amish se casa con otro amish.
  • Hasta que van a la escuela, hablan pensilvanian dutch, que es un dialecto alemán ya que son originarios de Suiza.
Personalmente, no creo que Dios esté preocupado por la longitud de nuestra falda o el diseño de nuestra ropa o si nuestro pelo es corto, largo está cubierto o no. Para eso nos dio el libre albedrío. Pero tal vez se sientan más protegidos no teniendo la tentación: un poco como los niños pequeños, una vez que saben las reglas se pueden concentrar en crecer. Dicho esto, mi admiración no tiene fin. No entiendo por qué cuando cuento algo de los amish la gente sacude la cabeza en rechazo. Tal vez nos hagan patente nuestra cobardía al escoger un camino más fácil en nuestra vida. Por último, la imagen que se suele tener de los amish es que son gente seria y estricta. Nada más lejos de la realidad. Son amables, abiertos, cordiales, amistosos, simpáticos. No juzgan sólo porque no pertenezcamos a su iglesia.
Dimos un largo paseo desde este pueblo con este nombre tan gracioso (relaciones íntimas sería la traducción) hasta el siguiente, viendo muchas de estas calesas, colchas de patchwork increibles y otras manualidades típicas del lugar. Los caballos son verdaderamente preciosos, majestuosos. Me dicen que son caballos de carrera jubilados.
Un par de niños amish jugando. Comenzó a llover así que tuvieron que ir corriendo a casa. Nosotros nos fuimos corriendo a dar una vuelta en calesa.
La enana tuvo el privilegio de ir delante con nuestro conductor. Los hombres amish se dejan crecer la barba (sin bigote) cuando se casan. Menos mal que nuestra calesa estaba cubierta, porque llovía como si todos los ángeles del cielo estuvieran achicando agua.
Si alguien sabe qué raza de gallina es esta que me lo diga, por favor. Nosotros la bautizamos la gallina Woodstock.
Para rematar, fuimos a cenar en una granja amish. Era una casa grande, con un jardín precioso lleno de flores. Fue una velada muy agradable. Al final la señora de la casa cantó con dos de sus hijas mayores (tenía 7 hijos y uno en el horno). Fue muy bonito.

Luego fuimos a un concierto: route 66 un recorrido por el rock & roll. Fan-tás-ti-co. Pero no tengo fotos...

jueves, 30 de julio de 2009

Washington D.C, continuación

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Comenzamos el día yendo al cementerio de Arlinton, así que en realidad no estamos en Washington D.C., sino en el estado de Virginia.

Es impresionante ver este mar de tumbas. Varias cosas me me llaman la atención en este cementerio:
  • Su tamaño, es infinito.
  • No todas las tumbas son iguales, hay tumbas mucho más grandes, también estatuas.
  • Cambio de guardia en el momumento al soldado anónimo. No me extraña que cambien cada media hora, con este calor e imagino que con el frío en invierno... no entiendo ni una palabra de lo que gritan, pero impresionante.
  • Se está desarrollando un entierro: llevan el féretro cubierto por una bandera en una carreta tirada por magníficos caballos, banda de militares tocando. Solemne.
Caminamos de nuevo a Washington, de nuevo pasamos por el monumento de Washington, recorremos otra vez el mall. Hace un calor que sigo sin entender. No comprendo cómo seres humanos han querido, han podido establecerse aquí. Es que crecí en el norte...

Decidimos ir al acuario. Es de principios del siglo XX, pequeñito, asequible. Nos encantan los acuarios. Se puede ver que las tortugas vuelan más que nadan, como los pingüinos.
Hay delicados caballitos de mar:
Vemos ranas de todos los colores, monísimas, pequeñísimas y... venenosas:
Y muchas especies más. Es difícil hacer fotos en el acuario, hay poca luz y no me gusta asustar a los animalitos con el flash.

Nadie quiere visitar el Capitol conmigo. Ya estuve hace un montón de años, así que ellas se lo pierden.

En vez de esto, nos vamos al Teatro Ford, donde Abraham Lincoln fue asesinado.
En este palco fue asesinado. Estaba decorado así. La historia del desarrollo de los hechos nos es relatada por otro park ranger. Hizo un magnífico trabajo. Fue mejor que verlo en una película. Como prácticamente soy una tabla rasa en materia de historia americana aprendí un montón:
  • John W. Booth ya había intentado secuestrar a Lincoln con una banda por no estar de acuerdo con el resultado de la guerra, pero había fracasado.
  • El asesino de Lincoln, John Wikes Booth, era el mejor actor shakespeariano de la época, joven alto,apuesto y conocidísimo. Conocía a los dueños del teatro. Esa mañana había ido al teatro a recoger su correo y se da cuenta de que Lincoln irá a la representación de esa tarde.
  • Prepara cuidadosamente todo para matar al presidente durante la representación.
  • Lo mata por la espalda, a quemarropa. (Yo siempre había pensado que era uno de los actores y le disparaba desde el escenario o tal vez alguien del público...)
  • Lincoln tarda nueve horas en morir. ¡Cuánto se tarda en morir! ¡Qué agonía!
  • John Wikes Booth consigue escapar del teatro y es encontrado un par de días después en un granjero en Virginia. Se niega a salir por lo que es abatido. Tarda tres horas en morir.
  • La banda del asesino consideraba a Lincoln un tirano.
También quisimos visitar la casa en la que Lincoln murió, enfrente al teatro, pero había una cola y no nos sentíamos con fuerza para esperar.

Por último, visitamos el museo nacional de construcción. Por fuera es un edificio de ladrillo rojo. Se diría una fábrica del siglo XIX. De la industralización. Por dentro es maravilloso.
Es un gran patio, con enormes columnas sencillas y doradas que constrastan con los capiteles labrados. Contrasta la estética helenística con un aire de fábrica del siglo XIX. El suelo está cubierto de moqueta. ¡De moqueta! Este gran espacio ejerce una influencia tranquilizadora inmediata.
Sólo nos dio tiempo a visitar una exposición fotográfica....

miércoles, 29 de julio de 2009

Washington D.C.

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Las nubes nos acompañan en nuestra visita a Washington D.C. Menos mal. ¿Qué que es D.C.? District of Columbia. Los americanos opinan que la capital no puede formar parte de ningún estado por que éste tendría ventaja sobre los demás. Por eso la capital está dentro de este distrito independiente. El nombre es en honor a Colón, descubridor del continente.

Primero nos plantamos en el Mall. Hoy en día Mall significa centro comercial. Antes era una superficie donde se instalaba el mercado, se hacía las fiestas...

Después de recorrer el Mall, vamos al Monumento de Washington. La entrada es gratuíta, como todos los museos públicos (y hay para dar y tomar) de la capital, pero aún así hay que sacar entrada con horario. Ya podían nuestras autoridades aprender de los americanos: ellos piensan que los museos públicos están sustentados con dinero público, por lo tanto deben ser gratis para los ciudadanos. Inmediatamente me viene a la memoria lo que nuestro gobierno socialista hizo al llegar al poder: encarecer la entrada del museo del Prado. Debe ser su versión de cultura para el pueblo...
Mientras esperamos nuestro turno un simpático park ranger responde nuestras preguntas sobre el monumento. Por ej. se empezó a construir en 1854 por una empresa privada que se quedó sin dinero, además comenzó la guerra civil. En 1884 el gobierno federal decidió acabarlo, usando mármol de otra cantera. Creo que todo el mundo sabe que ningún otro edificio en la capital puede superar la altura del monumento a Washington: 555 pies (169 metros). Me llama la atención que el obelisco tiene desde el comienzo un ascensor. El original funcionaba con vapor y tardaba más de 15 min. en llegar arriba! Hablando de arriba, hay unas ventanas desde las que puedes ver Washington:
Cuando descendemos, de nuevo en el ascensor, las puertas de este que son de cristal ahumado de pronto de aclaran y nos dejan ver el interior del obelisco. Cada estado del país ha donado una losa. La mayor: Nueva York, la más cara: Alaska (no sé cuántos kilos de jade).

A un extremo de la piscina reflectantes nos encontramos el memorial de la segunda guerra mundial. A mí me gusta, pero me cuentan que ha sido muy discutido. Hay gente que dice que no se puede ver bien el memorial de Lincoln. No comparto esta opinión.

A lo largo de la piscina reflectante hay memoriales de diferentes guerras. Me gustó muchísimo el de la guerra de Korea. Completamente diferente a lo que había visto hasta ahora.
Independientemente de cuales sean nuestros sentimientos hacia la guerra, me parece importante honrar a los soldados que murieron en ella. Al fin y al cabo, son gente que han dado su vida por la libertad de gente y países que ni si quiera conocían. Me gustaría que en España se honrara un poco más a nuestros soldados muertos.
Al otro extremo de la piscina reflectante está el memorial de Lincoln. Es impresionante. La estatua de Lincoln es descomunal. Nos mira desde su pedestal como diciendo: "sed buenos".

Washington es la ciudad de los museos. Después del almuerzo decidimos visitar el museo de la aeronáutica. Fantástico. Tenemos todo desde el origen de la aviación, una sala dedicada a los hermanos Wright con el modelo original plantificado en medio, hasta los satélites más modernos pasando por la aviación de la primera y segunda guerra mundial.
Los enanos lo hubieran vivido.

Luego nos vamos al museo de historia natural. Me encantan los museos de historia natural. Lo malo es que hay demasiada información. Podría pasarme aquí dentro una semana y todavía no habría acabado.
Sin embargo, nuestra energía tiene un límite y hemos llegado a él. El tiempo no aguanta más y comienza a llover. Volvemos a casa.
La enana aprende a hacer un plato típicamente americano, mac & cheese. Tiene un excelente maestro: A. En cuanto la enana ponga los pies en casa otra vez, espero que nos lo vuelva a hacer. Podría bañarme en los macarrones con queso estos. Seguro que es bueno para la piel...

martes, 28 de julio de 2009

Fallingwater

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Hoy toca visitar una de las obras maestras de Frank L. Wright: Fallingwater.

La casa está situada en un bosque con una cascada. Una gran roca de la cascada es un de los pilares de la casa. ¡Qué genialidad! Los dueños originales de la casa, los Kauffman, creían que Wright les iba a construir una casa con vistas a la cascada. En vez de eso, les diseñó una casa para convivir con ella.

Esta casa fue construída entre 1936 y 1939 con todas las comodidas conocidas en la época. Para ello primero tuvieron que hacer llegar la electricidad hasta el lugar. Así es cómo los Estados Unidos se ha ido haciendo, a golpe de iniciativa privada, no a golpe de subvención...

Como siempre con Frank L. Wright, todos los detalles están cuidados. Me imagino a los dueños pasando momentos maravillosos, en familia o con amigos.
Este es el tejado que cubre la escalera que lleva a la casa de invitados. Es fantástica. No tiene soporte más que el comienzo y el fin. Aguanta su propio peso y el de la nieve en invierno, gracias a los pliegues.
El paisaje, encantador, agradable. En invierno debe ser impresionante verlo todo nevado, el agua tal vez congelada. El primavera con todos los rododendros en flor, en otoño con todo tipo de colores ocres y dorados...

Tendré que volver en cada estación.

lunes, 27 de julio de 2009

Kentuck Knob

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Continuamos nuestro viaje por la carretera. Me sorprende ver que aquí, en E.E.U.U., los postes de la luz aún son de madera. Claro que costaría muchísimo dinero sustituirlos. Este es un país tan grande que la sola manera de gestionarlo es federalmente y apoyándose en la iniciativa privada. Y lo hacen muy bien. Un ejemplo ilustrativo: entre el senado y el congreso estadounidenses hay alrededor de 535 representantes. Bien, pues en España, que tiene aproximadamente la misma población que los estados de California y Michigan juntos, tiene 609 congresistas y senadores. Eso sin contar los de las autonomía, aunque en los E.E.U.U. también tienen parlamentos en los estados. Da que pensar.

Nuestra meta de hoy es otra posada B & B: Country Seasons. En este poche discutimos nuestro pasado y nuestros proyectos futuros mientras la enana se idiotizaba un poco delante de la tele, por lo menos en inglés. De aquí salieron unas cuantas ideas que tal vez se materialicen.
También vimos a dos colibríes bebiendo agua con azúcar. ¡Qué rápido vuelan!

Hemos venido hasta aquí para visitar Kentuck Knob. Es una de las casas diseñadas por el arquitecto Frank Lloyd Wright.
Es fantástica. en realidad, el nudo principal y del que parte toda la casa es un chimenea descomunal en el salón. Expone muy bien la filosofía de este arquitecto:
  1. Las casas deben integrarse en el paisaje.
  2. No debe existir espacio desaprovechado, por eso, no construía casas con garage, ni trastero, ni azotea. Decía que esos eran lugares que se llenaban de basura y cachibaches. Los pasillos son verdaderamente estrechos y los techos bajos.
  3. Muchas ventanas, mucha luz. El paisaje es lo que adorna la casa, no pinturas o artefactos.
  4. Le gustaba jugar con figuras geométricas: todo son triángulos, he
Toda la casa es preciosa y acogedora, además de sorprendente. Cuando Frank L. Wright la diseñó, no tenía tiempo de venir hasta aquí y no lo hizo. Simplemente pidió un mapa cartográfico y unas fotos aéreas del lugar. A pesar de esto, las estancias están perfectamente orientadas para recibir más luz y sol en invierno y estar protegida de las inclemencias del tiempo también. El arquitecto no sólo diseñó la casa sino casi todos los muebles que la acompañan.

El jardín está lleno de esculturas de varios artistas. Algunas son graciosas, otras bonitas, otras tontas y otras históricas, como un trozo del muro de Berlín.
Esta valla es típica del lugar, no sé por qué pero las construyen así.
Para cenar fuimos a comernos un delicioso y gigante (todo es más grande aquí) helado a Ohiopyle y a pasear un poco por el Ohiopyle State Park.
Me acordé mucho de mi mejor mitad y de los enanos. En este parque se pueden hacer muchas cosas que sin duda les hubieran gustado: andar en bicicleta, en canoa, por el bosque...

Se ve que teníamos el cerebro trabajando al cien por cien, porque durante nuestro paseo no sólo estuvimos haciendo el tonto, sino que llegamos a alguna conclusión interesante que tal vez vea la luz.
Mañana más.

domingo, 26 de julio de 2009

Underground Railroad (ferrocarril subterráneo)

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Dejamos New York atrás para comenzar nuestra aventura en la carretera.

Primero visitamos la familia de B. que amablemente nos había invitado a comer. Este país no deja de asombrarme. Me encuentro un pimiento en el jardín ¡es negro!
La verdad es que es precioso, me daría pena comerlo...

Luego nos vamos al mercado a comprar maíz para el almuerzo. Nada más y nada menos que la mitad de la superficie está dedicada al maíz. Mazorcas por todos lados. He de confesar que me comí no sólo una sino dos en la comida. ¡Estaban tan ricas! Y las mejores fresas que he comido en mi vida. ¿No es preciosa la entrada al mercado?
También vimos las moras más grandes del mundo mundial. Bueno, tal vez en Chernóbil las haya mayores... La casa de la familia de B. es muy agradable y acogedora, exactamente igual que ellos. Además tienen dos perros y un gato, así que la enana se dedicó a comunicarse con sus colegas. Verdaderamente Lizzy y ella hicieron muy buenas migas.
Con la barriguita llena y el corazón alegre, nos metímos en el coche rumbo a Lancaster Country. Hicimos noche en la Fassitt Mansion, un Bed and Breakfast, B&B (biandbi) como los llaman aquí, encantador. Está situado sobre la Old Philadelphia Pike. Esta es la carretera nacional que conecta a los pueblos con Philadelphia. Es una línea recta interminable, así los granjeros podían llevar sus mercancías sin pérdida de tiempo al mercado de la capital.
Me encanta este sitio. No conocía este tipo de alojamiento. Cuando llegamos nos la encontramos vacía, había una nota sobre la mesa de entrada con la llave de la habitación. Era como estar en nuestra propia casa. Así me sentí. El desayuno se servía a las 8:30 de la mañana. Todos los huéspedes nos sentamos a la mesa y conversamos entre nosotros y con la administradora agradablemente. Lo dicho, muy casero todo.
La habitación era grande y bien iluminada, con todo el sabor de lo antiguo (la casa fue construida alrededor de 1845) y todas las comodidades modernas (aire acondicionado, wi-fi, TV...). Además tenía sorpresa. ¿Veís esa flecha roja que apunta al armario? Ahí hay una parada (stop) del ferrocarril subterráneo (Underground Railroad). La enana nos lo muestra.
El Underground Railroad (ferrocarril subterráneo) era una organización clandestina que ayudaba a los negros esclavos a huir primero a los estados libres y luego, cuando la ley cambió y podían ser cazados y devueltos en cualquier lugar de los E.E.U.U., a Canadá. Los esclavos eran ayudados por puritanos que no estaban de acuerdo con el sistema de esclavitud. La parada no es más que un agujero estrecho y oscuro. ¡Qué miedo debían pasar ahí dentro! Esperando durante el día ya que se movían de noche. ¿Cuántos se "alojaban" aquí de cada vez? Se le ponen a una los pelos de punta al imaginárselo. B. me cuenta que muchas de las letras de los blues son en realidad direcciones para llegar a las diferentes paradas y a la libertad. ¡Ahora lo entiendo! Hace poco leí Hombre Invisible de Ralph Ellison que hace referencia a esto. Él escribe algunos textos de blues que no tenían aparentemente ningún sentido. Todo está claro de repente.

Esto me recuerda un poco al muro de Berlín. Esta ciudad está surcada de túneles, nadie sabe exactamente dónde están ni cuántos son. Fueron construidos a raíz del muro de Berlín para escapar a la opresión del comunismo. Hay una película alemana muy buena sobre este tema: El Túnel.

Más información del ferrocarril subterráneo, en español, aquí y aquí.

sábado, 25 de julio de 2009

De indios , cuáqueros y chinos

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Hoy vamos a ver otro lado de Nueva York, del estado no de la ciudad. Se trata del festival de indios, en dos palabras, un Pow Wow.

Hoy hay una competición de danza, música y canto. Primero se presentan todos los participantes. Las categorías son varias: hombres, mujeres, niños, por edades y no sé que más.

Los trajes son espectaculares y escuchando el ritmo me dan ganas de saltar a la palestra y ponerme a bailar también. Hay algo en los tambores y las voces milenarias que resulta hipnotizador.
Al principio salen todos a bailar para presentarse. La variedad es enorme, tanto en trajes como en etnias. Para ser considerado indio tienes que probar que tienes 1/16 de sangre india. Sabiendo esto parece obvio la mezcla tan grande que vemos, pero como no lo sabía antes, me sorprende. Si tienes 1/16 de sangre india en tus venas, entones recibes un carnet y puedes optar a becas o tener un casino, por ejemplo. Aún así a la enana y a mí nos extraño este indio:
También hay una exhibición de indios aztecas. No soy ninguna entendida en esto (ni en nada, si me apuran) pero los bailes me parecen más elaborados, respaldados por una mitología más complicada. Lorena es el nombre de la mujer que nos va explicando el porqué de las danzas y de los trajes, que son, una vez más, espectaculares.
Detrás de estos bailes y trajes hay todo un trabajo de investigación. Son ellos mismos los que los confeccionan y buscan la información. Cada tachuela, cada pluma, cada hueso tiene un significado.

Hace un calor que funde los plomos. Aquí tenemos a la pobre enana totalmente fuera de combate.
Otros están más acostumbrados, como este participante que lleva incluso guantes de lana. Nosotras estamos hechas de otra pasta, así que nos vamos.
Rumbo a Queens, New York.

B. es cuáquera. Hasta ahora mi contacto con esta rama cristiana se reducía a los copos de avena y las gachas que me hacía con ellos. Ahora sé mucho más. Los cuáqueros, rama religiosa fundada por el inglés George Fox al rededor de 1650; no tienen jerarquía ninguna. No hay sacerdotes, ni diáconos, ni nada de nada. Dios está en cada uno de nosotros y cada individuo es capaz de comunicarse con Dios sin necesidad de intermediarios, sólo tienes que parar y escuchar. Por eso se reunen a adorar a Dios en silencio. Esto no lo hacen en iglesias, sino en casas de encuentro. En Flushing Meadows está la casa de encuentro que B. frecuenta. Mira tú por donde, además es la casa más antigua de madera que se conserva de todo Nueva York. La única muestra que queda (las demás se quemaron) de la arquitectura colonial holandesa. Nosotras, privilegiadas, vamos a poder visitarla y tenemos una guía de lujo. Aquí la tenemos intentando que mi dura cabeza comprenda la esencia del cuaquerismo.
La casa de encuentros es una casita de madera con porche, construída en 1694 y ampliada en 1717, por la gran afluencia de cuáqueros. Ahí fuera tenemos una ciudad llena de chinos (esta parte de Queens es como una provincia más de la China), calurosa, ruidosa, rápida. Aquí dentro estamos en el siglo XVII. Es un jardín tranquilo. No llega el calor, no llega el ruído, casi no llega ni la luz a causa de la vegetación.
Entramos en la casa. Se respira la antigüedad. Para los cuáqueros la sencillez es esencial para poder concentrarse en escuchar a Dios. Por eso es una casa sin adornos, con las paredes de paneles de madera desnudos. La sala principal está llena de bancos para sentarse. La luz que inunda la sala contrasta con la oscuridad de la madera. B. me dice que existe una constumbre entre los cuáqueros: cuando se inagura una nueva casa de encuentros las otras mandan uno de sus bancos para ayudar a amueblarla. Muy entrañable. Imagino la habitación llena de personas en silencio escuchando a Dios. Me da por pensar que debe ser muy emocionante, como cuando mucha gente realiza el mismo acto a la vez, sea cantar en la iglesia en navidad o animar a tu equipo de fútbol en el estadio.
Arriba, a la izquierda de la foto, se puede observar el interior de la pared original. Debajo un ejemplo de reciclaje del siglo XVII: el ángulo de madera que soporta a la viga está una pieza de quilla de barco deshechada. Si es que ya está todo inventado.

Otro aspecto muy importante de los cuáqueros, diría que esencial es el pacifismo. No de pacotilla. Si los atacas, se dejan matar. Están exentos del ejército y algunos se niegan a pagar impuestos para financiar tales actividades. Incluso en la guerra del Vietnam estaban exentos de las levas. Más información sobre cuáqueros en España, aquí.

Terminamos el día en un restaurante chino desconocido para mí. De esos en Oviedo no hay. No tengo fotos porque me dio un ataque de vagueza, craso error y para mi desgracia ni siquiera me acuerdo de cómo se llamaba. Lo gracioso es que sólo tenían palillos para comer....¡sopa! Las mesas tenían un agujero por comensal, donde se ponía un cuenco metálico que la camarera llenaba de caldo caliente. Luego te daban una bandeja con verduras (algunas conocidas otras no), setas, fideos de arroz, un huevo y la carne que pidieras. Entonces cada uno podía hacerse la sopa que quisiera. Además había un bufé con diferentes mejunjes donde podías mezclar la salsa que quisiéras. Sospecho que a la enana no le hizo mucha gracia. Estoy realmente sorprendida de lo aventurera que me he vuelto. Lo de comer con palillos no es nada fácil, pero por lo menos no nos quedamos con hambre...

viernes, 24 de julio de 2009

Guggenheim, varias plazas y New York de noche

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Toca sol. Hoy queremos ir al Guggenheim, ayer estaba cerrado. Antes nos damos una vueltecita por el mercado chino de al lado de casa.
Resulta que los chinos no comen nada crudo. Nos encontramos todo tipo de productos enlatados. Sólo unos pocos son reconocibles o están traducidos. Cosas imposibles como lechuga, huevos de pato (de color negro), todo tipo de algas... Los chinos también desecan todo, ¿porqué limitarse al bacalao, si el mar está lleno de animalitos? Vemos calamares secos planos como un papel. Una delikatesen china son las leguas de pato. Pueden adquirirse frescas, enlatadas o secas: al gusto del consumidor. Las bebidas embotelladas son de colores inverosímiles y de mezclas irrepetibles. Lo que más pena nos dan son las ranas. Son enormes y están hacinadas en tanques de agua sucia esperando su última hora. ¡Pobrecitas!
Después de solucionar un par de cositas nos ponemos en marcha hacia el Guggenheim: primero el autobús y luego el metro. Al contrario que en la mayoría de los museos, el Guggenheim cierra los jueves.
Después de este punto, ya no se pueden hacer fotos.
Vemos la exposición dedicada a Frank Loyd Writh, padre de la arquitectura moderna. Aunque yo no tengo ninguna visión espacial por lo que no puedo disfrutar de los planos, hay muchos modelos de sus obras y explicaciones de ellas. Este hombre tenía las ideas muy claras. Como todo el mundo con las ideas claras, no le cabía en la cabeza el desacuerdo con él.

Después de esta dosis masiva de cultura e información, nos vamos al Central Park (en frente) de pic-nic.
B. quiere volver a arrastrarme al metro, pero prefiero caminar, al fin y al cabo es la única manera de conocer una ciudad. Comienza nuestra andadura.

Primera parada el Madison Square para ver el Flatiron building:
Me encanta, como a todo el mundo. En medio de esta vorágine de gente, coches y ruído el edificio Fuller (nombre oficial del flatiron) es como una catapulta hacia el pasado, con su estilo art decó y su fachada de piedra.

Desde aquí también se puede ver el Empire State Building
Exactamente igual que en las pelis, ¿no?

Seguimos caminando bajo este calor americano que no acabo bien de entender, como buena ovetense. De camino al Village pasamos por Union Square. Hay unos edificios bonitos y divertidos:
Cuando llegamos al Village, el ritmo se ralentiza. Las ciudades americanas son mucho más jóvenes que las europeas. Sin embargo, han soportado menos guerras, por lo que tienen muchos edificios antiguos con mucho carisma. El Village es así. Encuentras personajes y cosas de lo más curioso:
Esta chica es que casi no podía dar un paso con esos zancos. El hombre del sombrero emplumado iba caminando muy dignamente y pidiendo el paso. ¿Qué una limosina es demasiado pequeña? Se coge un acorazado del ejército, se parte a la mitad, se meten unos cuantos metros de coche y se pinta de blanco. Voilà un apartamento rodante.

Hacemos una paradita en el Washington Square. Creo que B. y la enana comienzan a odiarme. Esta plaza es de lo más agradable. Ofrece sombra, menos mal. Está llena de artistas y ardillas.
A B. no le gustan las ardillas. Me dice que son seres destructores que roen y destruyen todo lo que encuentran, por ejemplo las frambuesas y todas las plantas que había plantado en su jardín. Los newyorker las llaman ratones de cola bonita. En fin, puede ser, pero a mí me parecen de lo más graciosas y fotogénicas.
El arco de esta plaza fue originalmente de madera y cartón. Gustó tanto a los habitantes de la ciudad que pidieron uno de verdad y aquí está, de mármol.

Volvemos a pasar por la parte baja de Manhattan. La zona cero y
el ayuntamiento o City Hall.
Me dicen B. que la residencia oficial del alcalde, actualmente Michael Bloomberg, es la Gracie Masion. Nadie ajeno a la familia del alcalde puede dormir en ella. Esa es la razón por la que el antiguo alcalde, Giuliani, no la usaba. Al fin y al cabo el buen señor estaba divorciado. Resulta que el sr. Bloomberg tampoco la usa y eso que está casado... ummmm. Los neoyorquinos se preguntan por qué.

Por fin llegamos al Battery Park. Tengo que reconocer que estoy algo cansada.
Esta encantadora casita encajonada entre rascacielos inmensos es the Shrine of Saint Elizabeth Ann Seton. Esta señora fue la primera santa nacida en suelo americano. Su casa se ha convertido en un santuario.

Nuestro plan es coger el ferry a Staten Island para ver la estatua de la libertad y la ciudad al anochecer. Aviso a turistas. El ferry a Staten Island (otra parte de Nueva York) es gratis y se ve la estatua y Ellis Island perfectamente. No tan cerca como el ferry de los turistas, pero lo dicho, es gratis.
Aquí tenemos Manhattan a la salida y a la llegada del ferryLa Estatua.
Ellis Island.

Para completar el día, nos vamos al Empire State Building a contemplar la ciudad por la noche. Las ciudades modernas son impresionantes cuando oscurece y las luces se encienden.

Tuvimos muchas suerte, pues al llegar al observatorio éste estaba cerrado por haber una tormenta de rayos. Justo cuando nos íbamos a ir con el rabo entre las piernas, lo abrieron.
Para ver bien la panorámica, hay que hacer clic sobre ella. Teniendo en cuenta que no tenía trípode, no está nada mal.

La cantidad de luz que irradia la cúpula del edificil es increíble. Hay que verlo. Es tal que arriba parece que es de día.

Localicé uno de mis rascacielos preferidos: el flatiron
Y eso fue todo. La enana y yo caímos rendidas en el taxi de vuelta a casa. Nos quedamos fritas.