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Toca sol. Hoy queremos ir al Guggenheim, ayer estaba cerrado. Antes nos damos una vueltecita por el mercado chino de al lado de casa.
Resulta que los chinos no comen nada crudo. Nos encontramos todo tipo de productos enlatados. Sólo unos pocos son reconocibles o están traducidos. Cosas imposibles como lechuga, huevos de pato (de color negro), todo tipo de algas... Los chinos también desecan todo, ¿porqué limitarse al bacalao, si el mar está lleno de animalitos? Vemos calamares secos planos como un papel. Una delikatesen china son las leguas de pato. Pueden adquirirse frescas, enlatadas o secas: al gusto del consumidor. Las bebidas embotelladas son de colores inverosímiles y de mezclas irrepetibles. Lo que más pena nos dan son las ranas. Son enormes y están hacinadas en tanques de agua sucia esperando su última hora. ¡Pobrecitas!
Después de solucionar un par de cositas nos ponemos en marcha hacia el Guggenheim: primero el autobús y luego el metro. Al contrario que en la mayoría de los museos, el Guggenheim cierra los jueves.
Después de este punto, ya no se pueden hacer fotos.
Vemos la exposición dedicada a Frank Loyd Writh, padre de la arquitectura moderna. Aunque yo no tengo ninguna visión espacial por lo que no puedo disfrutar de los planos, hay muchos modelos de sus obras y explicaciones de ellas. Este hombre tenía las ideas muy claras. Como todo el mundo con las ideas claras, no le cabía en la cabeza el desacuerdo con él.
Después de esta dosis masiva de cultura e información, nos vamos al Central Park (en frente) de pic-nic.
B. quiere volver a arrastrarme al metro, pero prefiero caminar, al fin y al cabo es la única manera de conocer una ciudad. Comienza nuestra andadura.
Primera parada el Madison Square para ver el Flatiron building:
Me encanta, como a todo el mundo. En medio de esta vorágine de gente, coches y ruído el edificio Fuller (nombre oficial del flatiron) es como una catapulta hacia el pasado, con su estilo art decó y su fachada de piedra.
Desde aquí también se puede ver el Empire State Building
Exactamente igual que en las pelis, ¿no?
Seguimos caminando bajo este calor americano que no acabo bien de entender, como buena ovetense. De camino al Village pasamos por Union Square. Hay unos edificios bonitos y divertidos:
Cuando llegamos al Village, el ritmo se ralentiza. Las ciudades americanas son mucho más jóvenes que las europeas. Sin embargo, han soportado menos guerras, por lo que tienen muchos edificios antiguos con mucho carisma. El Village es así. Encuentras personajes y cosas de lo más curioso:
Esta chica es que casi no podía dar un paso con esos zancos. El hombre del sombrero emplumado iba caminando muy dignamente y pidiendo el paso. ¿Qué una limosina es demasiado pequeña? Se coge un acorazado del ejército, se parte a la mitad, se meten unos cuantos metros de coche y se pinta de blanco. Voilà un apartamento rodante.
Hacemos una paradita en el Washington Square. Creo que B. y la enana comienzan a odiarme. Esta plaza es de lo más agradable. Ofrece sombra, menos mal. Está llena de artistas y ardillas.
A B. no le gustan las ardillas. Me dice que son seres destructores que roen y destruyen todo lo que encuentran, por ejemplo las frambuesas y todas las plantas que había plantado en su jardín. Los newyorker las llaman ratones de cola bonita. En fin, puede ser, pero a mí me parecen de lo más graciosas y fotogénicas.
El arco de esta plaza fue originalmente de madera y cartón. Gustó tanto a los habitantes de la ciudad que pidieron uno de verdad y aquí está, de mármol.
Volvemos a pasar por la parte baja de Manhattan. La zona cero y
el ayuntamiento o City Hall.
Me dicen B. que la residencia oficial del alcalde, actualmente Michael Bloomberg, es la Gracie Masion. Nadie ajeno a la familia del alcalde puede dormir en ella. Esa es la razón por la que el antiguo alcalde, Giuliani, no la usaba. Al fin y al cabo el buen señor estaba divorciado. Resulta que el sr. Bloomberg tampoco la usa y eso que está casado... ummmm. Los neoyorquinos se preguntan por qué.
Por fin llegamos al Battery Park. Tengo que reconocer que estoy algo cansada.
Esta encantadora casita encajonada entre rascacielos inmensos es the Shrine of Saint Elizabeth Ann Seton. Esta señora fue la primera santa nacida en suelo americano. Su casa se ha convertido en un santuario.
Nuestro plan es coger el ferry a Staten Island para ver la estatua de la libertad y la ciudad al anochecer. Aviso a turistas. El ferry a Staten Island (otra parte de Nueva York) es gratis y se ve la estatua y Ellis Island perfectamente. No tan cerca como el ferry de los turistas, pero lo dicho, es gratis.
Aquí tenemos Manhattan a la salida y a la llegada del ferryLa Estatua.
Ellis Island.
Para completar el día, nos vamos al Empire State Building a contemplar la ciudad por la noche. Las ciudades modernas son impresionantes cuando oscurece y las luces se encienden.
Tuvimos muchas suerte, pues al llegar al observatorio éste estaba cerrado por haber una tormenta de rayos. Justo cuando nos íbamos a ir con el rabo entre las piernas, lo abrieron.
Para ver bien la panorámica, hay que hacer clic sobre ella. Teniendo en cuenta que no tenía trípode, no está nada mal.
La cantidad de luz que irradia la cúpula del edificil es increíble. Hay que verlo. Es tal que arriba parece que es de día.
Localicé uno de mis rascacielos preferidos: el flatiron
Y eso fue todo. La enana y yo caímos rendidas en el taxi de vuelta a casa. Nos quedamos fritas.
Tiramisu
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Este postre conocido y apreciado por mucha gente, no es antiguo sino que
fue creado alrededor de los años 50 del s.XX, y es de facil elaboración,
como s...
2 comentarios:
lunes, 24 agosto, 2009
I'm _still_ tired from the "Long March", as historians will refer to that day.... ;-) No, seriously, we did cover a lot of ground.
I had forgotten about your love affair with the squirrels, but will be packing up a couple dozen soon to send off to you in time for them to hibernate for the winter in your newly organized closets. They say they can't wait....
And no, Bloomberg isn't married anymore. If he were, maybe his wife would insist on living in Gracie Mansion as insurance....
lunes, 24 agosto, 2009
I'm not sure if the squirrels are going to make it through customs... but it's worth a try. Be sure to write them my address very clearly so they can say where they're staying.
I misunderstood with mayor Bloomberg. I thought he was still married. Maybe they can hire the mansion out if the mayors are unable to use it...
besos
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