Dejamos New York atrás para comenzar nuestra aventura en la carretera.
Primero visitamos la familia de B. que amablemente nos había invitado a comer. Este país no deja de asombrarme. Me encuentro un pimiento en el jardín ¡es negro!
La verdad es que es precioso, me daría pena comerlo...
Luego nos vamos al mercado a comprar maíz para el almuerzo. Nada más y nada menos que la mitad de la superficie está dedicada al maíz. Mazorcas por todos lados. He de confesar que me comí no sólo una sino dos en la comida. ¡Estaban tan ricas! Y las mejores fresas que he comido en mi vida. ¿No es preciosa la entrada al mercado?
También vimos las moras más grandes del mundo mundial. Bueno, tal vez en Chernóbil las haya mayores... La casa de la familia de B. es muy agradable y acogedora, exactamente igual que ellos. Además tienen dos perros y un gato, así que la enana se dedicó a comunicarse con sus colegas. Verdaderamente Lizzy y ella hicieron muy buenas migas.
Con la barriguita llena y el corazón alegre, nos metímos en el coche rumbo a Lancaster Country. Hicimos noche en la Fassitt Mansion, un Bed and Breakfast, B&B (biandbi) como los llaman aquí, encantador. Está situado sobre la Old Philadelphia Pike. Esta es la carretera nacional que conecta a los pueblos con Philadelphia. Es una línea recta interminable, así los granjeros podían llevar sus mercancías sin pérdida de tiempo al mercado de la capital.
Me encanta este sitio. No conocía este tipo de alojamiento. Cuando llegamos nos la encontramos vacía, había una nota sobre la mesa de entrada con la llave de la habitación. Era como estar en nuestra propia casa. Así me sentí. El desayuno se servía a las 8:30 de la mañana. Todos los huéspedes nos sentamos a la mesa y conversamos entre nosotros y con la administradora agradablemente. Lo dicho, muy casero todo.
La habitación era grande y bien iluminada, con todo el sabor de lo antiguo (la casa fue construida alrededor de 1845) y todas las comodidades modernas (aire acondicionado, wi-fi, TV...). Además tenía sorpresa. ¿Veís esa flecha roja que apunta al armario? Ahí hay una parada (stop) del ferrocarril subterráneo (Underground Railroad). La enana nos lo muestra.
El Underground Railroad (ferrocarril subterráneo) era una organización clandestina que ayudaba a los negros esclavos a huir primero a los estados libres y luego, cuando la ley cambió y podían ser cazados y devueltos en cualquier lugar de los E.E.U.U., a Canadá. Los esclavos eran ayudados por puritanos que no estaban de acuerdo con el sistema de esclavitud. La parada no es más que un agujero estrecho y oscuro. ¡Qué miedo debían pasar ahí dentro! Esperando durante el día ya que se movían de noche. ¿Cuántos se "alojaban" aquí de cada vez? Se le ponen a una los pelos de punta al imaginárselo. B. me cuenta que muchas de las letras de los blues son en realidad direcciones para llegar a las diferentes paradas y a la libertad. ¡Ahora lo entiendo! Hace poco leí Hombre Invisible de Ralph Ellison que hace referencia a esto. Él escribe algunos textos de blues que no tenían aparentemente ningún sentido. Todo está claro de repente.
Esto me recuerda un poco al muro de Berlín. Esta ciudad está surcada de túneles, nadie sabe exactamente dónde están ni cuántos son. Fueron construidos a raíz del muro de Berlín para escapar a la opresión del comunismo. Hay una película alemana muy buena sobre este tema: El Túnel.
Más información del ferrocarril subterráneo, en español, aquí y aquí.
Primero visitamos la familia de B. que amablemente nos había invitado a comer. Este país no deja de asombrarme. Me encuentro un pimiento en el jardín ¡es negro!
La verdad es que es precioso, me daría pena comerlo...
Luego nos vamos al mercado a comprar maíz para el almuerzo. Nada más y nada menos que la mitad de la superficie está dedicada al maíz. Mazorcas por todos lados. He de confesar que me comí no sólo una sino dos en la comida. ¡Estaban tan ricas! Y las mejores fresas que he comido en mi vida. ¿No es preciosa la entrada al mercado?
También vimos las moras más grandes del mundo mundial. Bueno, tal vez en Chernóbil las haya mayores... La casa de la familia de B. es muy agradable y acogedora, exactamente igual que ellos. Además tienen dos perros y un gato, así que la enana se dedicó a comunicarse con sus colegas. Verdaderamente Lizzy y ella hicieron muy buenas migas.
Con la barriguita llena y el corazón alegre, nos metímos en el coche rumbo a Lancaster Country. Hicimos noche en la Fassitt Mansion, un Bed and Breakfast, B&B (biandbi) como los llaman aquí, encantador. Está situado sobre la Old Philadelphia Pike. Esta es la carretera nacional que conecta a los pueblos con Philadelphia. Es una línea recta interminable, así los granjeros podían llevar sus mercancías sin pérdida de tiempo al mercado de la capital.
Me encanta este sitio. No conocía este tipo de alojamiento. Cuando llegamos nos la encontramos vacía, había una nota sobre la mesa de entrada con la llave de la habitación. Era como estar en nuestra propia casa. Así me sentí. El desayuno se servía a las 8:30 de la mañana. Todos los huéspedes nos sentamos a la mesa y conversamos entre nosotros y con la administradora agradablemente. Lo dicho, muy casero todo.
La habitación era grande y bien iluminada, con todo el sabor de lo antiguo (la casa fue construida alrededor de 1845) y todas las comodidades modernas (aire acondicionado, wi-fi, TV...). Además tenía sorpresa. ¿Veís esa flecha roja que apunta al armario? Ahí hay una parada (stop) del ferrocarril subterráneo (Underground Railroad). La enana nos lo muestra.
El Underground Railroad (ferrocarril subterráneo) era una organización clandestina que ayudaba a los negros esclavos a huir primero a los estados libres y luego, cuando la ley cambió y podían ser cazados y devueltos en cualquier lugar de los E.E.U.U., a Canadá. Los esclavos eran ayudados por puritanos que no estaban de acuerdo con el sistema de esclavitud. La parada no es más que un agujero estrecho y oscuro. ¡Qué miedo debían pasar ahí dentro! Esperando durante el día ya que se movían de noche. ¿Cuántos se "alojaban" aquí de cada vez? Se le ponen a una los pelos de punta al imaginárselo. B. me cuenta que muchas de las letras de los blues son en realidad direcciones para llegar a las diferentes paradas y a la libertad. ¡Ahora lo entiendo! Hace poco leí Hombre Invisible de Ralph Ellison que hace referencia a esto. Él escribe algunos textos de blues que no tenían aparentemente ningún sentido. Todo está claro de repente.
Esto me recuerda un poco al muro de Berlín. Esta ciudad está surcada de túneles, nadie sabe exactamente dónde están ni cuántos son. Fueron construidos a raíz del muro de Berlín para escapar a la opresión del comunismo. Hay una película alemana muy buena sobre este tema: El Túnel.
Más información del ferrocarril subterráneo, en español, aquí y aquí.
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