jueves, 31 de julio de 2008

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Vacaciones!!!!!!!!!!!

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Mañana, de madrugada, empezamos nuestras vacaciones (las de los cinco, los niños ya han consumido su primer mes) rumbo a la playa.

Van a ser dos semanas fantásticas. Buen tiempo garantizado, ninguna obligación (más que alimentar a las fieras), playa por la mañana, piscina por la tarde y alguna excursión cultural... maravilloso.


Hemos trabajado duro durante el curso escolar para llegar a este momento. Llevo estos últimos cuatro días con una actividad frenética. Tengo que reconocer que este blog me obliga a cumplir mis objetivos. Como colofón, ayer los enanos y yo nos recorrimos la ciudad en busca de regalos para los amigos que vamos a ver. Entre la caminata y el calor me quedé ROTA. Debe ser la edad... También aprovechamos para comprar los libros de lectura del curso que viene. En la lista estaba Oliver Twist, versión adaptada. Pero ¡qué manía con las versiones adaptadas! Pienso que niños de 11 años son perfectamente capaces de leerse Oliver Twist en su versión original.

Estamos idiotizando a esta generación, ya veremos en que acaba todo esto.

Todavía hoy tengo una lista bastante larga de cosas que resolver. La más importante: las maletas. Ya he mencionado que odio hacer las maletas. Esta es la razón (véase foto arriba).

Esto que está sobre mi cama es la ropa de los niños. Me he tenido que sentar encima para cerrar la maleta en cuestión... Luego falta mi maleta...

Siempre se me olvida algo. También voy cargando con objetos que luego resultan ser inútiles. Para este año tengo pensado acabar un top que estoy tejiendo a la enana nº1 y reformar un top que me he hecho a mí misma. A ver si lo cumplo. Como después de las vacaciones supongo que será el examen para administrativos, me llevaré la nueva ley de contratos (308 artículos infumables, treinta y tres disposiciones adicionales, siete transitorias y una final, una delicia) para intentar estudiarla en la playa... a ver si la música de las olas y el sol me dan ánimos, porque lo que es aquí... no estoy dando golpe. Dicen que la intención es lo que cuenta...

Aprovecharé para comprar al menos una revista en francés, ya que a donde vamos está lleno de franceses, supongo que las venderán. A partir de 30º hay que leer cosas ligueritas...

Pero para llegar a la meta, aún nos falta hacer el sprint final. Tengo que plantar los nuevos geranios, ayer mandé a los niños a por seis nuevos y ya no hay marcha atrás. Ahora tengo que plantarlos. Estos fueron los elegidos:
Sí, ya sé que inmediatamente después nos vamos. Espero que sobrevivan a mi ausencia. A juzgar por los antiguos, los geranios son casi malas hierbas, aguantan bastante bien el maltrato;
Estas son las jardineras de la enana. La verdad no ha mejorado mucho después de la poda, la tierra y los nuevos geranios. Así estaban antes del tratamiento.Este es el aspecto que ofrece mi balcón ahora. Antes aquí.
... más quehaceres: intentar acabar el vestido negro que empecé el año pasado (va a ser que no, son las diez de la noche y estoy sentada frente al ordenador...), subir fotos a picasa, hacer las maletas, cortarle el pelo a los enanos dos y tres, así es como quedaron:
... He vivido diez años en el extranjero y, durante ese tiempo, no conseguí encontrar una peluquería de mi agrado. Estar fuera de mi país me enriqueció y aprendí a apreciarlo verdaderamente. A veces conseguí sustituir aquello que echaba de menos, pero la peluquería: imposible. Con los chicos me pasa lo mismo. Ya hemos probado todas las peluquerías del barrio y ninguna nos satisface. Ni a ellos, ni a mí. Conclusión: se lo corta una menda. Como al enanísimo le gusta que se le aclare el pelo, tendré que cortárselo bastante para que en septiembre todavía esté presentable.

Ahora casi el día se ha acabado. Las maletas están hechas, todos los bártulos han sido llevados al coche. Los niños están en la cama. Ya sólo nos queda respirar, relajarnos y prepararnos para lo mejor: las vacaciones.

miércoles, 30 de julio de 2008

Qué es filosofía, José Ortega y Gasset

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Me gusta leer. Sobre todo antes de dormir. No importa la hora que sea, o lo cansada que esté. Siempre leo un poco antes de apagar la luz.

Este es mi último libro.

Me ha llevado bastante tiempo, por varias razones. Una, las oposiciones. Durante tres meses la constitución se convirtió en mi libro de cabecera. Otra, es un libro muy denso. Hay que concentrarse al máximo para seguir el hilo, al menos yo.


Me ha gustado. No voy a intentar resumirlo, lo que Ortega y Gasset dice no lo puedo yo mejorar. Simplemente diré que ahora tengo una idea mejor de lo que trata la filosofía y que me encanta la manera de expresarse de Ortega y Gasset.

Me tenía que haber leído este libro cuando estaba en 3º de BUP. A juzgar por el texto subrayado no pasé de la página 59 (de 219). No puedo resistir a la tentación de copiar una frase del final del libro que me ha gustado mucho:

"Estamos anclados en el presente cósmico,... Tenía razón el cardenal Cusano cuando allá, en la madrugada del Renacimiento, decía: El ahora o presente incluye todo el tiempo: el ya, el antes y el después."

Corte de pelo

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Ayer la enana nº 1 accedió a cortarse el pelo. ¡Por fin! A mí me gusta mucho más aún con el pelo corto. Lo gracioso es que fue una idea suya.

¡Ah! la adolescencia. Todavía recuerdo esos tiempos en los que ir a cortarme el pelo me gustaba. Era como un ritual. Sábado por la mañana con mi madre. Esperar turno (no se cogía cita) mirando todas las revistas y comentando sobre el famoseo.Siempre me gustaba cómo me dejaban y salía encantada.

Ahora ir a la peluquería es un suplicio para mí. Siempre me veo pálida, debe ser la luz. También he debido salir a aquel antepasado mío. Me cuentan que en aquellos tiempos los peluqueros iban a las casas a cortar. Entonces preguntaba:

- ¿Cómo quiere que se lo corte?
- En silencio

Quiero que me dejen en paz en la pelu. No me va que me cuenten su vida y no quiero que me pregunten por la mía. Se me debe notar, mientras a la de al lado le hacen todo tipo de preguntas, a mí, nada. No me gusta que me manipulen la cabeza y, si me alisan el pelo veo la vía láctea y alguna otra por descubrir...

En todo caso, este es el resultado y estamos muy satisfechas!

Tarta de Chocolate con Frambuesas

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Tarta de Chocolate con frambuesas
de una revista robada del consultorio del médico

Ingredientes:
  • 100 gr. de mantequilla
  • 200 gr. de galletas amaretti trituradas (yo prefiero las digestive)
  • 400 gr. de chocolate negro
  • 30 gr. de azúcar
  • 50 gr. de almendras molidas
  • 300 gr. de frambuesas
  • 1/2 litro de nata
  • 2 yemas de huevo
Método:
  1. Forra con papel vegetal la base y paredes de un molde con fondo desmontable de unos 24 cm de diámetro. Enciende el horno a 180º.
  2. Derrite la mantequilla. Viértela sobre las galletas trituradas, mezcla muy bien y vuelca la masa sobre el molde forrado. Hornea durante 12 minutos aproximadamente y deja enfriar.
  3. Para preparar el relleno de la tarta, derrite el chocolate en un bol con 150 ml de nata.
  4. Bate las yemas de los huevos junto con el azúcar y añade la mezcla al resto de la nata, moviendo con suavidad. A continuación, vierte esta mezcla sobre la crema de chocolate ya enfriada e incorpora las almendras picadas y las frambuesas.
  5. Coloca el preparado sobre la base de galletas en el molde forrado y déjalo enfriar durante cuatro horas.
Disfrútalo en pequeñas dosis (o te arrepentirás).

Cena familiar de los martes

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Todos los martes mis padres vienen a cenar.

A la par que los niños crecen, decrece su tiempo libre. Por otro lado mis padres tienen una agenda cargadísima: viajes, bridge, exposiciones, ópera... Cada vez nos veíamos menos. ¿Qué hacer? Nuestra solución al problema fue establecer una cena semanal en común. Una semana cocina mi madre y otra yo. El postre corre de mi cuenta, a petición propia.

Me encantan los martes. Nos reunimos todos, los niños disfrutan de sus abuelos, los abuelos de ellos y yo de todos. Además, puedo dar rienda suelta a una de mis aficiones favoritas, cocinar (no el rancho diario sino recetas especiales) mirar mis libros de cocina, bucear en la red, buscar una combinación de platos apropiada...


Dicho todo esto, ayer no me apetecía cocinar; mejor dicho, no tenía tiempo. Nos vamos el viernes y tengo todavía muchísimas cosas que resolver. En realidad, me estoy empezando a angustiar.
Desenlace: llamamos al Chino.
Nuestro Chino me gusta porque usa aceite de oliva en muchos de sus platos y porque no aprovecha las sobras para hacer los rollitos (rollazos) de primavera.
Mi idea original era servir una piña de postre. La piña es deliciosa, ligera y ayuda la digestión. En definitiva, perfecta como cierre de cena, bla, bla, bla. Saqué tiempo de donde no lo había (deje de hacer cosas que tenía que hacer) y este fue el postre: Tarta de chocolate con Frambuesa
Todavía estoy haciendo la digestión... pero mereció la pena.
La receta no se de donde salió. Tengo una hoja de revista arrancada, seguramente mientras esperaba en alguna sala de espera del médico con alguno de mis enanos...
En fin, la receta aquí.

Galleta con trozos de chocolate y cacahuetes

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Esta es la galleta de hoy. En realidad las hice ayer...

La receta es de un libro que me regalo mi querida amiga Sue. A ella le encantaba el chocolate y a mí hacer recetas con este ingrediente.


Cuando era pequeña no me gustaba el chocolate. Prefería cualquier otro sabor para los dulces. Luego descubrí el chocolate negro. Este descubrimiento coincidió con el nacimiento de mis hijos. El chocolate ha sido mi compañero desde entonces en los momentos difíciles. Un trozo de chocolate negro después de la comida y todo se ve más positivamente. Ahora hay unos con contenido de 70% de cacao que son una delicia...
Galletas con trozos de chocolate y cacahuetes
Adaptada de: Chocolate de Kitchen Library St. Michael from Marks & Spencer

Ingredientes:
  • 125 gr. mantequilla a temperatura ambiente
  • 125 gr. azúcar moreno
  • 1 huevo batido
  • 150 gr. harina
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • 75 gr. copos de avena
  • 200 gr. chocolate negro, troceado
  • 50 gr. cacahuetes
Direcciones:

  1. Precalentar el horno a 180º y cubrir dos bandejas de horno con papel vegetal.
  2. Batir mantequilla y azúcar hasta que sea una pasta cremosa.
  3. Añadir el huevo, la harina, la levadura química y los copos, mezclándolo bien.
  4. Mezclar el chocolate y los cacahuetes en la masa.
  5. Refrigerar al menos una hora
  6. Colocar bolitas de masa en las placas de horno
  7. Cocer durante 15 minutos.
  8. Dejar reposar en la bandeja unos minutos antes de dejarlas enfriar en una reja.
Salen unas 25 galletas.

lunes, 28 de julio de 2008

Los churumbeles están de vuelta

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Estos son mis churumbeles, todavía en El Carmen.

 

Hoy hemos vuelto a la rutina. Relativamente. Yo tengo que trabajar, ellos no tienen colegio.
Estábamos agotados de la mudanza ayer, nos acostamos tarde y nos levantamos tempranos. Este hecho ha sido subsanado hoy con una siesta.

Ya vamos acoplándonos a estar otra vez todos juntos en casa, pero se me ha hecho un poco cuesta arriba.

De todas maneras, estamos un poco en el aire pues en unos pocos días nos vamos los cinco de vacaciones dos semanas. Al mediterráneo. Donde el sol está garantizado. ¡Qué ganas tengo!

Fin de fiesta

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El sábado celebramos el fin de la primera fase del verano con una barbacoa.
He aquí a los protagonistas:
La abuela había prometido a los niños un paseo a caballo. Hay un picadero al lado de casa. En el último momento los niños se lo recordaron. Fue el broche final a esta fiesta.


Nosotros usamos el coche de San Fernando, un ratito a pie y otro andando.
El domingo nos tocó recogerlo todo. Que qué quiere decir esto? Pues poner la lavadora al menos 6 veces para lavar los nueve juegos de cama y alguna cosilla más que había por ahí. Todos colaboramos...
Levantar el campamento es algo muy triste. Todo el mundo se pone de mal humor. El día empezó con la despedida de los tíos y las primas. Mal comienzo. La próxima vez que las veamos será seguramente en Navidades. Luego batida por el jardín, las maletas, la nevera y congelador...

Afortunadamente el domingo el sol nos acompañó, así que la primera parte del día la pasamos en la playa. No tengo pruebas, porque a mi máquina de fotos le dio por colgarse. En fin, este es el día que hizo:

26 de julio: Santa Ana

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El sábado fue mi santo.
Recibí muchas felicitaciones, algunas de ellas, sorpresas. Estos son los regalos que recibí:


El vestido es de mis padres, ya me lo habían dado mucho antes del santo, es más, ya lo he estrenado.

Mi héroe se estiró con una colonia, ¡eso si que fue una sorpresa!. No suele ser muy detallista y además es luterano... así que le agradezco mucho que se haya sacado tiempo de alguna parte para ir a comprar esta colonia, que además me encanta.

Mis tíos me regalaron la pulsera. Está a la última moda y es muy ponible con todo. Me encanta.

viernes, 25 de julio de 2008

Postre alemán de frutos del bosque

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Rote Grütze
Adaptada de: Deutsche Küche de Rotraud Degnet en Mosaik Verlag

Ingredientes:
- 375 gr. grosellas
- 250 gr. frambuesas
- 3/4 l. agua
- 250 gr. de cerezas deshuesadas (yo usé picotas)
- 1/4 vaina de vainilla
- 250 gr. de azúcar
- 60- 80 gr. maizena

Método:

Lavar las grosellas y frambuesas. Cocer tapadas con 1/2 litro de agua durante 5 minutos. Pasarlos por el colador junto con el líquido para hacer un pure de frutas. Hervir la compota (3/4 l) con el azúcar y la vainilla. Añadir las cerezas. Disolver la maizena en el agua restante y añadirlo a la compota revolviendo constantemente. Dar unos hervores. Retirar del fuego y transferir a una fuente. Para que no se forme una piel, espolvorear con azúcar. Servir tibia con nata montada, natillas o helado de vainilla.

Preparación del fin de semana

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El sábado tenemos fin de fiesta en El Carmen. Nos juntamos 9 adultos y 5 niños. Toca barbacoa. Yo soy el maestro parrillero, me encanta preparar fuego y hacer las brasas. Me recuerda a los campamentos scouts: si no conseguíamos hacer un fuego, no comíamos. Eran otros tiempos. ¡Qué nostalgia!

Menú:
  • Aperitivos de bacon. Receta aquí*.

  • Hojaldritos de queso y cebolla. Receta *.
  • Pâo de queijo. Una delicia brasileña que ahora se puede comprar congelada aquí. He encontrado en este sitio una receta parecida.
  • Morcilla de Burgos.
  • Chorizo criollo.
  • Gazpacho
  • Hamburguesas y perritos para los niños. Como ayer estaba pletórica de energía, se me ocurrió hacer los bollitos yo misma. El resultado:
La receta se puede encontrar en esta página *. Como era la primera vez que lo hacía, también incluí un bollito de prueba. Sí, son comestibles. Los bollitos para hamburguesas quedaron bien, en cuanto a los alargados... habrá que trabajarlos más en futuras ocasiones.

  • Entrecots de buey para los adultos.
  • Postre: Rote Grütze
¿Qué es rote Grütze? yo diría que es el postre más típicamente alemán que conozco. No, un momento, ahora se me ocurre también la tarta de ciruelas. Bueno, no tiene traducción, sólo descripción. Es una especie de compota gelatinosa de bayas rojas. La verdad, no suena nada apetecible, pero es un postre muy refrescante, ideal después de tanta comida ya que no es demasiado dulce ni pesado. Se puede servir con nata, natillas o helado de vainilla. Nosotros hemos escogido lo último.

No fue mi primera opción. Mi padre pidió moka, pero esto es una bomba y nos podríamos sentir como el lobo después de comerse a los seis cabritillos. Necesitábamos algo más ligero. Pensé en varios gratinados de frutas o tartas frutales. Pero eso será en otra ocasión. Mi héroe (marido) sugirió rote Grütze y, bueno, después de reflexionar, tuve que reconocer que era una buena idea.

La receta es bien sencilla y la encontraréis aquí.

Rebajas....qué pereza!!!!!!!!!!!!!!!!

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Estamos en rebajas. Es más, en segundas rebajas.

Que quede claro, a mí me encanta la ropa, los trapos, la moda, pero... considero que el glamour ha muerto. No hace tanto tiempo la ropa se concebía para ensalzar los aspectos positivos del cuerpo y disimular los defectos. Esto ya no es así. Cada vez me resulta más difícil encontrar algo de mi agrado. No me gustan los colores, no me gustan los tejidos, no me gustan los diseños. A esto hay que sumar la pereza infinita que me da ir de compras. ¡Menos mal que existe La Redoute!.


Al principio de la primavera constaté con horror que mi amada chaqueta vaquera está desintegrándose. Aquí, en el norte, necesitas una chaqueta. Incluso en los días de más calor, por la mañana y al anochecer refresca. Mi chaqueta vaquera ha recorrido mundo conmigo, me la pongo con todo, es mi compañera. Tiene ya once años y cualquier día se me va a quedar el cuello en las manos o se le van a caer los puños... Resulta un problemón sustituir una pieza de ropa muy querida, es prácticamente misión imposible. Le conté mis penas a la profe de piano, que llamaremos P. Me enseñó su chaqueta, ¡era perfecta! Tiene ese aquel que la diferencia de las demás, es especial. Fui a la caza y captura y ya está en mi poder. Gracias P.

Exceptuando una búsqueda exhaustiva de las sandalias perfectas, este año no he ido de rebajas. Se me olvidaba mencionar que, por regla general, o sea, si no tengo ningún compromiso social; sólo compro en rebajas. Mi armario está a punto de explotar, así que necesidad, lo que se dice necesidad, no hay. Si veo algo en un escaparate en mis periplos callejeros, y no puedo dejar de pensar en ello (a veces veo cosas que me gustan y luego ni me acuerdo de cómo eran); espero hasta las rebajas y voy a probármelo. Es el caso de esta pieza, que sigo sin saber cómo denominar: blusa, túnica, top...
Es gracioso, en la foto parece gris, pero en realidad es ocre.

Conozco gente que, tanto en invierno como en verano, renuevan casi en su totalidad su vestuario. Para mí hacer esto sería un castigo divino. Por un lado está la mencionada pereza creciente que me da esto de las compras: salir a recorrer la ciudad (no soy fiel a ninguna tienda en concreto, no tengo relación con vendedoras que me llamen y me "avisen" de lo nuevo que ha llegado...), rebuscar entre las perchas, probarme, un horror. Por otro lado, yo desarrollo una relación emocional con la ropa. Influye cuándo me compré cada pieza y por qué. Influye cómo me hacen sentir cuando las visto. Hay piezas clásicas o más bien atemporales que no pasan de moda, porque nunca lo estuvieron. Intentó tener mi armario lleno de estas piezas. En fin, que en cierto modo voy contra corriente. Como dice la canción: esa soy yo. De todas maneras, pienso que en la zona donde vivo estamos demasiado obsesionados con la moda, al fin y al cabo, sólo son trapos: un trapo es un trapo. Cuando salgo de España veo que la gente es más libre en este sentido, la ropa es para taparse, le da igual forma y color, o a lo mejor es que son todos daltónicos. Vamos, que ni tanto ni tan calvo...

jueves, 24 de julio de 2008

La nueva túnica

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Ayer, por fin, terminé esta blusa o ¿podríamos llamarla túnica?. La comencé hace al menos un mes, sino más!. No entraba en mis planes hacerme esta túnica. Es más, dudo que alguna vez me la ponga. La verdad, no veo ocasión, además para verano esta tela da mucho calor y para invierno habría que ponerse algo debajo... A lo que íbamos. El caso es que vi la tela en el escaparate y no pude resistir la tentación, no se me iba de la cabeza: la tenía que comprar. Huelga decir que a la chica de la revista le quedaba infinitamente mejor que a mí, ninguna sorpresa hasta aquí.


Estoy particularmente orgullosa de esta hazaña, considerando que el plano de corte era este y que más bien complica las cosas.
Esta revista es brasileña, se llama Manequim y equivale al Burda en Europa. Normalmente sus explicaciones son buenas y detalladas, además de tener modelos atractivos y diferentes, con ese toque original. Total, que estoy en mi casa, con mi tela y me pongo a leer las instrucciones atentamente. No entiendo NA-DA. Me digo que da igual, y me dispongo a cortar la tela. Ahora ya está hecho, me ha salido una circunferencia, hay que seguir adelante. Consulto con mi héroe, es decir, mi marido. Tengo que decir que mi visión espacial es inexistente, así que a veces para los patrones necesito ayuda en este sentido. Le damos vueltas al asunto, no me atrevo a meter la tijera en la circunferencia, hay errores que tienen imposible solución. Reflexiono durante días sobre este problema, al ir al trabajo, mientras cocino, me leo una y otra vez las indicaciones... A veces hay que dejar descansar la cabeza y, de repente, aparece la solución como venida del cielo. Efectivamente, esto es lo que se me ocurre: hacer un pequeño patrón a escala con papel de seda para hacer pruebas. Las cosas se van aclarando, ya sé dónde y cómo hacer los cortes. Para resumir, el resultado ha sido satisfactorio. Ha sido crucial conseguir terminar esta pieza correctamente. Ya tengo dos fracasos a mis espaldas (en realidad estoy en trámites de acabar un vestido de verano que comencé el año pasado y se me atragantó) y estaba empezando a pensar que mi cerebro se había atrofiado...
Estas somos la túnica y yo por delante...
... y por detrás.

martes, 22 de julio de 2008

Proyecto geranio

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En mi casa hay jardineras. Hace unos años compré unos geranios, los cuidé durante una temporada larga, pero hoy tengo que reconocer con vergüenza que hace al menos dos cursos escolares (así calculo yo el tiempo, cosa de ser madre) que apenas miro para ellos. Están en un estado lamentable, esto no puede seguir así. Los rojos son los del balcón de mi cuarto. En realidad yo hubiera preferido mezclar colores, pero el día que fui a comprarlos esto es lo que encontré cerca de casa, no dudo que en algún lugar de la ciudad hubiera otros...


Teniendo en cuenta que a estos pobres no les da el agua de la lluvia es casi un milagro que hayan sobrevivido...

De plantas no entiendo gran cosa, para ser sincera. Lo que me contaron en el cole cuando era pequeña, algunos consejos de mi madre y poco más...
Estos otros geranios son los de las jardineras de la ventana.
Este pobre no a resistido, descanse en paz.
A estos les llueve encima y se nota, arriba: sin agua; abajo: con agua. Aún así podrían estar mucho mejor...
Este es mi plan:
  1. Quitar las hojas muertas
  2. Podar las ramas
  3. Añadir tierra nueva
  4. Abonar
  5. Regar con regularidad.
Ya veremos qué aspecto tienen dentro de un mes.

Galleta para adictos al chocolate

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Esta es una de mis pasiones: la repostería.

Me encantan los postres y galletas americanas. Me gusta el sistema de medir los ingredientes con tazas y cucharas y encuentro las recetas muy exactas.

Esta receta se puede encontrar aquí (también la puedo traducir, si alguien tiene interés). Es una de mis páginas preferidas, por ofrecer recetas apetecibles y muy bien explicadas, paso a paso con fotos. Hay varios panes que tengo la intención de probar.


En todo caso, ayer hice estas galletas. Mi despensa necesitaba urgentemente una limpieza a fondo y reorganización, así que me puse a ello mientras hacía las galletas. Es paradójico, parece que no me concentro si no estoy haciendo al menos dos cosas a la vez. Resultado: se me olvidó un ingrediente, el café. Las galletas están riquísimas, se deshacen literalmente en la boca, pero aún me queda masa que hornear hoy, así que le añadiré el ingrediente olvidado y así podremos decidir si nos gustan más con café o sin él.

Actualización, jueves 24 de julio. Las galletas con el ingrediente olvidado, el café. La consistencia de la galleta ha cambiado, ahora tiene más cuerpo y no se rompe al cogerla. El aroma recuerda vagamente a café. En cuanto al sabor, el café corta algo de dulzor a la vez que acentúa más la untuosidad del chocolate. En definitiva, es mejor no olvidarse de este ingrediente. Me gustan más así.

La playa de Vega

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Fin de semana con los churumbeles.

Mis padres tienen una casa a caballo entre la playa y la montaña. Esta es la casa de mis niños en el mes de julio. Allí están, con sus primas, cada día un poco más salvajes, entrando en casa tan sólo para comer y dormir.


En el norte un día sin lluvia es un día bueno para ir a la playa y si no hay viento, mejor que mejor. Nosotros vamos a la playa de Vega. Así estaba el sábado:
Esta es la extensión que los niños necesitan para sentirse bien.
Los protagonistas:
Aquí pueden correr, gritar, saltar... sin molestar a nadie. Aquí se sienten libres. Tenemos olas para jugar, piscinitas cuando la marea baja y el río, ideal para hacer obras de ingeniería.
Vega es una playa protegida a causa de su vegetación. Está bastante cuidada. A lo largo de los años se han ido haciendo mejoras: duchas y vestuarios, rampas...y este año un puente. Ya no hay que mojarse los pies en el río para ir a pasear.
Mar abierto y las olas, fantásticas para jugar...
Domingo: lluvia.
Como dijo aquella, "si todo está tan verde, por algo será". Después de esperar horas a que escampe damos un paseo para visitar a los caballos.
A ellos, como a nosotros, no les importa mojarse... es el precio que hay que pagar por vivir en el paraíso.

18 de julio de 2008, bienvenidos a mi vida

Este es mi segundo intento de plasmar mi vida, de dejar un legado, aunque sea sólo para mí. ¿Qué busco con esto? Mi primer objetivo es ordenar mis pensamientos, mis proyectos. El segundo objetivo: aprender a plasmarlos de una forma escrita. Por último, quién sabe, a lo mejor se me ocurre una idea para escribir un libro, o una historia breve, al menos.


Hoy es un verdadero día de verano. Hace calor. He subido bañada en sudor al trabajo. No me podía quitar la cazadora, la falda que me he puesto hoy no me hace ningún favor. Mirado desde arriba, es como si fuera un muñeco de nieve, la falda me parte en dos. Supongo que cuando evacue los dos vasos de agua, la leche y el zumo (el desayuno), la perspectiva cambiará... Esta semana he estado a punto de conseguir mi objetivo: deshacerme de la barriga, pero como siempre me he boicoteado a mí misma. Paciencia. De todas maneras se puede decir que me mantengo en el peso, quilo arriba quilo abajo. Viendo a la gente del gimnasio, hasta se podría afirmar que no tengo mal tipo. Considero sano tener un objetivo, tal vez sea un obsesión que ya forme parte de mí. Durante mi niñez por un lado me cebaban, creo que mis padres disfrutaban genuinamente de niños con gran apetito y que comían mucho, por otro lado se reían de mis michelinies y me dedicaban todo tipo de apelitavos que no me dejaban olvidar mi cuerpo. Da lo mismo lo que pese, siempre seré una gorda en mi cabeza. Gracias a eso me mantengo, otros que han disfrutado durante su infancia de la delgadez, cuando son adultos, no parece importarles el rodillo en la cintura o caderas o cualquier parte de su anatomía. Cuando consigo relajarme, cuando va todo sobre ruedas, no me importa la comida. La ansiedad me produce ganas de comer. A medida que mi vida va encajando, que el grado de satisfacción crece, decrece la ansiedad. Otras veces pienso que ya soy muy mayor para esto, cada vez el objetivo es más inalcanzable, ya que los años van pasando. Ya veremos. Ir paso a paso me ayuda bastante.

Este curso pasado ha sido muy duro. Se juntaron varias cosas. Si las enumero no son tantas, tan sólo dos, pero se me hicieron muy cuesta arriba:
  • las oposiciones
  • los problemas del enano nº2 en el cole.
Las oposiciones, las malditas oposiciones. Una vez más no aprobé, ya va la tercera en cuatro años. La vez que más lejos llegué fue la primera. La segunda podría haber aprobado. Pero las circunstancias no me acompañaron. En el momento no hubiera afirmado que la grave enfermedad de un familiar muy cercano y querido me afecto, en retrospectiva veo claramente que sí. Paniqué en la segunda prueba y no aprobé por muy poco, pero eso no importa. Aún habiendo suspendido puedo extraer cosas positivas de la experiencia:
  • Me preparé el primer examen yo solita y encontré todas las actualizaciones de las leyes. De esto estoy muy orgullosa.
  • Los niños tuvieron que espabilar e independizarse bastante.
Para la segunda prueba pusieron un examen desde mi punto de vista inalcanzable. Resulta que 21 preguntas estaban sacadas de otro examen. Por desgracia yo no disponía del tal examen. El tiempo dirá si ha sido bueno o malo no aprobar estas oposiciones. A mis casi cuarenta años, que aunque una no los aparente y esté estupenda, ahí están; no imaginaba yo estar en esta situación. La verdad es que cada vez lo paso peor en las pruebas. El trabajo me aburre hasta el infinito. Las ventajas también son infinitas: horario casi casi de media jornada, vacaciones a mansalva, buen ambiente, ninguna presión: lo que no se acaba hoy ya se hará mañana... A lo mejor tengo suerte y puedo quedarme en este puesto unos tres años más. Sería divino. Luego ya veríamos...

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