Hoy toca visitar una de las obras maestras de Frank L. Wright: Fallingwater.
Esta casa fue construída entre 1936 y 1939 con todas las comodidas conocidas en la época. Para ello primero tuvieron que hacer llegar la electricidad hasta el lugar. Así es cómo los Estados Unidos se ha ido haciendo, a golpe de iniciativa privada, no a golpe de subvención...
Como siempre con Frank L. Wright, todos los detalles están cuidados. Me imagino a los dueños pasando momentos maravillosos, en familia o con amigos.
Este es el tejado que cubre la escalera que lleva a la casa de invitados. Es fantástica. No tiene soporte más que el comienzo y el fin. Aguanta su propio peso y el de la nieve en invierno, gracias a los pliegues.
El paisaje, encantador, agradable. En invierno debe ser impresionante verlo todo nevado, el agua tal vez congelada. El primavera con todos los rododendros en flor, en otoño con todo tipo de colores ocres y dorados...
Tendré que volver en cada estación.
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