lunes, 5 de octubre de 2009

Obaya

2 comentarios
Imprime esta entrada Se podría pensar que esta imagen proviene de lo más profundo de la selva de Sumatra, pero no. Es en Obaya, por gentileza del veranillo de San Miguel.


Esta es una excursión muy corta, por un bosque maravilloso a lo largo del río Espasa.
De camino hacia el río nos encontramos un montón de moras. Esta vez traje un tupper, el mayor que tenía. Estaban hermosas y serán transformadas en los próximos días en un postre delicioso.
El paisaje es verdaderamente impresionante, ahora en otoño los colores comienzan a cambiar, pero aún está todo lleno de vida. Había hasta una cueva.
Afortunadamente hace bastante que no llueve a pesar de los pronósticos y el musgo estaba totalmente seco. Menos mal porque sé de un conguito que hubiera subido de rodillas y bajado con el trasero. Pero no, pude mantener mi dignidad. Ya falta menos para que mis botas de montañas lleguen.
Los niños como siempre maquinando. Se convirtieron el Janes y Tarzanes:
Rescataron a gente en apuros, mataron a todo lo que se movía, se fabricaron lanzas...
A la vuelta vimos este ternerillo verdaderamente joven y tierno.
La excursión fue corta, pero como salvamos, matamos y conquistamos varios pueblos, se nos hizo muy, muy tarde. ¿Qué hacer? Seis niños hambrientos y poco que comer. Nos acercamos a la playa de Espasa, a ver si encontrábamos algún bocata en un chiringuito.

Pues no, bocatas no encontramos, pero un espectáculo sí vimos:
Esto se está convirtiendo en una moda. La lógica me dice que ante la disyuntiva es mejor taparse la continuación de la espalda que la cabeza, pero sin duda estoy equivocada. Nos sirvió para aguantar un poco más, pues se nos quitó el apetito instantáneamente.

Decidimos ir hasta Ribadellesa y arrasar con todo los pinchos que pudiesemos encontrar. Dicho y hecho. Con la barriguita llena y el corazón alegre, dimos un paseo por el pueblo. El mar estaba como un plato, ni gota de aire corría.
Nos quedamos a ver la puesta de sol... y eso fue todo, se nos acabó el domingo.
Si el tiempo lo permite, el fin de semana que viene, más.

2 comentarios:

Tordon says:
martes, 06 octubre, 2009

Bonito paseo.Y cercano.
Trataremos de seguir sus pasos entre la hojarasca.
Salu2

Ana H.H. says:
martes, 06 octubre, 2009

Sí, hay que aprovechar que vivimos en el paraíso y que el otoño se está haciendo de rogar. Más el próximo finde.