- las buenas, con bailarines de verdad y
- las que viven a golpe de subvención, con gente que en otra época, nunca hubiera llegado a nada.Y es que el arte no es democrático. O tienes talento o no. No se puede ser patizambo y encima querer vivir del ballet. Me equivoco, hoy en día sí. Para ver el lado positivo, todavía no hay mancos solistas de piano o de violín, o de violonchelo, o de trompeta...
Por supuesto no falta la representación de flamenco, que no me suele defraudar. También viene el ballet de Houston, que parece serio. Además una compañía que se llama Lamov Compañía de Danza de un tal Víctor Jiménez. No me suena de nada. ¿Alguien me puede decir que tipo de compañía es? Lo digo porque soy muy clásica. Por lo que veo en su web no me gusta mucho. A mí me gustan los tutus, las puntas y un argumento, no movimientos bonitos porque sí.
Total, que me cogí el bolso, un libro y la cámara y me fui a hacer la cola. Dos horitas esperando entre cuatro y seis grados. Mereció la pena. Conseguí buenos asientos. Mi proyecto de leer me resultó imposible. Parecía un gallinero. Dos horas dan para contarse la vida entera.
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