¡Uf!¡Por fin acabé este libro! Me ha costado Dios y ayuda leérmelo. En realidad, mucha disciplina. Se pueden contar con los dedos de una mano los libros que no he terminado.Lo que no me gusta de este libro es la temática. Se trata de una serie (bastante interminable) de consejos de cómo seducir a las mujeres y cómo debe ser el comportamiento de estas. Los consejos de muestran en forma de cuentos encadenados. Todo ello en tono jocoso. Debe ser que mi sentido del humor difiere bastante porque no me han hecho gracia.
Puede ser que el Cantar de mío Cid, me haya dejado marcada. Aunque comparar estas dos oras es como comparar una manzana con una piña, imposible.
A pesar de todo, aprecio la maestría que el Arcipreste tuvo. Esta obra compendia multitud de cuentos y canciones populares. Gracias a él, nos han llegado costumbres y gustos de la edad medieval, de cómo se cortejaba, de cómo se vivía. Esto tiene un valor incalculable. Además nos ilustra el golpe que supuso al clero la orden hacer voto de castidad.
La pena es que el libro está repleto de términos aún por descifrar. Sorprendentemente, más que en el Cantar, que fue escrito 100 años antes (aproximadamente). Tengo la impresión que el Libro de Buen Amor ha sufrido más los errores de los copistas, tanto en el orden de los versos como en las palabras usadas, como en la pérdida de cuartillas.
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