El pasado miércoles tuvimos el placer de asistir al programa del Corella ballet Castilla y León. Por fin alguien en este país tiene el arrojo, el coraje y el aguante de crear una compañía de ballet clásico con aspiraciones. El proyecto está empezando y supongo que será a largo plazo, espero. Para dejarnos un buen sabor de boca, nos llega.
El programa sólo contenía una pieza genuínamente clásica, el gran paso a dos de don Quixote. Entiendo que la producción de gran ballet clásico ha de ser super cara. Nos quedamos con las ganas de ver La Bayadera, que ya fue presentada en Madrid. A lo mejor es que el montaje no cabe en nuestro Campoamor, o que parte de la compañía está actuando en sus compañías de origen. Habrá que esperar.
En conjunto fue una velada muy lograda. Disfruté enormemente con las diferentes piezas. Fue un paseo por las diferentes épocas del ballet: clásico (Don Quixote), neoclásico con el concierto nº1 de violín de Bruch, moderno con Clear, alucinante el solo de Ángel Corella con música de jazz y la última pieza, In the Upperoom, no sé cómo calificarla, tal vez "más que moderna". Esta última pieza tenía elementos muy impresionantes, como que los bailarines aparecían de la nada y el ritmo frenético de algunos pasajes. Desgraciadamente, pienso que en este caso los bailarines necesitan un poquitín más de ensayo. No iban muy coordinados lo cual hace que el dramatismo pierda fuerza. Los movimientos rápidos deben ser ejecutados límpiamente y no fue el caso. Resumiendo, de 45 min. que duró, me sobró la mitad.
Por último, es fantástico lo que se puede hacer con las luces y el vestuario. Tan sólo el concierto de violín tenía un montaje físico: tres lámparas de salón. Los demás pasajes se ayudaban con luces y música pero quedaba muy bien.
Ahora sólo nos queda esperar que la compañía se consolide, crezca y nos ofrenzca aún muchas veladas inolvidables.
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