Juan llegó en navidades. Producto del ballet, la genética y unas botas camperas demasiado ajustadas.
Lo hemos intentado todo: pomadas antiinflamatorias, frío, mercromina para secar el callo blando. Juan sigue ahí.
Decidle adiós a Juan porque se le acabó el chollo. Mañana va a ser removido, limado, eliminado del pie de mi niña. Nos han dicho que la recuperación es rápida. En dos semanas podrá volver a clases de ballet. ¡Ojalá sea verdad!
0 comentarios:
Publicar un comentario