Harlem

Imprime esta entrada Hoy volvemos a casa. El avión sale por la noche, nos vamos de paseo guiado a Harlem.

Estuve aquí hace diez y siete años. Era impresionante el estado lamentable de los edificios. Harlem está mejorando mucho, desde que Clinton, después de dejar de ser presidente, trasladara sus oficinas aquí (por necesidad, el cogreso se negó a darle dos millones de dólares para renovar no sé qué edificio del centro Manhattan). La verdad es que el lugar es ideal, está en la parte norte de Central Park y te plantas en el centro de Manhattan en un momentín.

A raiz de esto diversos servicios volvieron a abrir en Harlem, la clase media blanca comenzó a volver, luego la negra.

Los edificios de Harlem, a pesar de estar literalmente cayendose:
(de paso obsérvese que en Harlem también hay Kiss FM), estaban catalogados como históricos por lo que no se podían tocar, así que ahí siguen. Ahora muchos están siendo renovados.

Vamos a comenzar por el principio.

Cuando la parte sur de la ciudad se quedó pequeña y la parte norte (Harlem) fue desarrollada urbanísticamente (hasta entonces más o menos había sido un pueblín con gente rica y muchas plantaciones). Esta es la razón de que Harlem tenga muchas avenidas amplias y agradables.

Debido a la diversas y continuadas caídas del precio de los inmuebles, Harlem fue decayendo hasta llegar a ser un hervidero de delincuencia y drogas.

Ahora se encuentran lugares encantadores, como esta huerta
Hay puertas que nos muestran lo que Harlem una vez fue y llegará a ser de nuevo.
Este es un ejemplo de un edificio en Harlem. La entrada muy lujosa, por dentro apartamentos liliputienses sin ninguna comodidad, con el baño al final del pasillo.
La universidad al fondo:
Acabamos el paseo en el edificio del regimiento de infantería 369. Nuestro guía nos contó que durante la primera guerra mundial los aliados pidieron tropas a los Estados Unidos. El presidente (Wilson) no quería mandar tropas así que mandaron este regimiento de negros. Como consideraban a los negros unos cobardes y temían que no lucharan sino que echaran a correr, los mandaron sin uniformes (para que no deshonraran al país). Al llegar a Francia, los franceses les proporcionaron uniformes. Lucharon heróicamente con los uniformes franceses y bajo la bandera francesa. Volvieron a su país con la bandera y uniformes franceses y fueron recibidos como héroes. Si todo esto es verdad (es que cuesta creerlo) ¡cómo han cambiado los tiempos!
No podíamos irnos sin probar la auténtica pizza neoyorquina. Así es como se come la pizza (se compra en trozos): se dobla por la mitad y pa' dentro.

Y nos fuimos al aeropuerto. Adiós E.E.U.U. ¡Hasta la próxima!