miércoles, 24 de diciembre de 2008

Nochebuena

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Imprime esta entrada Por fin ha llegado el gran día, la gran celebración, Nochebuena. Pasamos el día como pudimos. Los enanos 2 y 3 llevan nerviosos ya varios días, quieren regalos, necesitan regalos. Cada minuto que pasa nos acercamos más al objetivo y a un estado total de histerismo...

Hemos vuelto de la misa luterana, nos adaptamos sin problemas. La mesa ya está preparada.
La diversión puede empezar. Pero antes una foto de todos los primos con sus abuelos. Ahora que me fijo, los chicos están a un lado y las chicas al otro. ¿Lo habrán hecho a propósito?
De cena lo de siempre, fondue de carne. Acompañado de patatas cocidas, pan, ensaladas diversas y salsas. Para mi gusto un poco soso, pero no requiere mucho trabajo. Claro que al precio que está aquí el solomillo de buey no me extraña que consideren la fondue algo especial. Los alemanes se han vuelto vegetarianos, no porque sea saludable (que lo dudo) sino por el precio de la carne...

Unos momentos más tarde ya se han repartido los regalos. Hay que probarlos. Oma está encantada con su trampolín nuevo.
Los bastones malabares de D. son muy entretenidos.Los cuñados ojeando libros y paladeando licores.Aquí desgraciadamente no conocen el turrón. Como este año vinimos en avión tampoco trajimos, así que el postre consiste en algunos ingredientes indeterminados bien cubiertos de nata. Los alemanes no pueden imaginarse un postre sin nata. Es como un día sin sol. La enana montando la nata para el postre. Una verdadera alemana.
Y por supuesto, no puede faltar, filosofar en la sobremesa. Cuando el alcohol en sangre llega a un punto concreto, uno tiene las mejores ideas...

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