Nochevieja - Año Nuevo

Último día del año. Tenemos aún mucho que hacer. Digo tenemos porque los enanos me ayudan...
... dando forma y sacando los panecillos del horno...
...formando los mazapanes...
...se puede apreciar en toda su extensión nuestra cocina de los años setenta...
...también nuestra manera caótica de organizar la cocina...
...¡qué se la va a hacer! no domino el photoshop para eliminar el caos. Además, así soy yo.

Ya está todo preparado para la última fiesta del año. Todos hemos trabajado duro. Una pena que hoy el servicio tenga libre...
Y ahora unas instantáneas por orden cronológico de la cena y baile.

Tomando el sol

Creo que el ser que más disfruta en esta casa del sol es Kika, la tortuga. Cuando sale un rallito se sube a su isla y se estira como si quisiera llegar hasta él. Es capaz de estar en la misma posición horas.

Ya no me tiene miedo. Me conoce. Cuando me acerco ni se inmuta, ahí sigue. Con otros se tira inmediatamente al agua... es mi nieta.

Fiesta junior

La enana se va a la fiesta junior en el Centro. Con sus amigas, claro. Estrenando traje, claro. Zapatos, gorro y bolso, nuevos también. Resumiendo, hecha un pimpollo.

Comienza la vida social...

Adios Alemania

Rebuscando en el sótano de Opa y Oma los enanos encontraron el casco de la 1ª guerra mundial. La tentación era grande y aquí los tenemos, hechos unos soldaditos. Para ellos la guerra es un juego más...

Ha sido una semana que me ha parecido un mes. Supongo que cuando te sacan de la rutina te das más cuenta del pasar del tiempo. O en este caso del no-pasar.

El viaje ha sido duro, nos levantamos a las cuatro y cuarto de la mañana.

Después de dos aviones y dos viajes en coche llegamos a casa. Hogar dulce hogar.

Bruselas

Un año más nos hemos desplazado hasta Bruselas para ver a nuestros queridos amigos A. y D. con sus niños.

Este es nuestro ahijado con su reloj nuevo.
Nos conocimos cuando vivíamos en Francia. Por estas fechas siempre están en el norte, así que Bruselas nos queda más o menos a mitad de camino.

Si ayer hacía frío no sé cómo describir lo de hoy. Nunca había pasado tanto frío en una ciudad. Otra cosa es cuando estás en lo alto de la montaña esquiando y por lo menos ahí te mueves... Era como si el aire nos mordiera las piernas. Los guantes no servían para nada. Tremendo.

Bueno, la ciudad ya la conocemos y el tiempo no acompañaba así que no visitamos muchos lugares.

Me gusta la Grande Place por su grandeza, como su propio nombre indica. El conjunto es impresionante. Como dijo el enano nº 3 al verla, Bruselas es una ciudad rica. También me gusta el ambiente en navidades, con su belén tamaño natural y su abeto gigante.
Unas fotos de los edificios de la Grande Place:
Por su puesto no podíamos dejar de visitar al Manneken pis. Es gracioso que una estatua tan pequeña y poco impresionante mueva tal cantidad de visitantes.
Las galerías del rey y la reina son muy lujosas, en verano se puede uno sentar en una de las terrazas y comer mejillones, soprendentemente, el plato típico junto con las patatas frítas, claro.De vuelta a casa, los niños se relajan. Cuando eran pequeñitos, les gustaba meterse debajo de mesas o sillas e incluso en la lavadora o un armario para estar bien apretaditos y a oscuras, como cuando estaban en la barriguita de mamá. Después de tanto tiempo de su nacimiento, todavía a veces les gusta volver a hacerlo, meterse en un lugar pequeño y acogedor. ¿Será que todavía se acuerdan de cuando se estaban cociendo?

2. Weihnachtstag

En Alemania es fiesta también hoy. Lo llaman segundo día de navidad. Todo está cerrado y no se trabaja. Lo normal es estar con tu familia, en tu pueblo de origen. Casi como María y José en Belén. Aprovechando esta circunstancia, nos reunimos con nuestros amigos en una cervecería para tomar el bruch.

Me encanta comer un buen brunch, y este estaba de miedo. Ya no necesité comer el resto del día. Estuvo bien ver a los amigos, al menos una vez al año. Ver a sus hijos cada año mayores. Preguntar qué es de sus vidas, sus trabajos, sus nuevas aficiones, planes para el verano...

Primero había que llegar hasta allí. La ola de frío ya estaba con nosotros, así que lo primero que tuvimos que hacer fue rascar las ventanas del coche que estaban cubiertas de hielo. Hace un frío tremendo. Sobre todo porque el aire que sopla viene directamente como mínimo del polo...
Esta vez teníamos unos ayudantes encantados de hacer el trabajo sucio.
Me hace recordar las veces que tuve que rascar el coche durante los inviernos que viví en este país. Ya se me había olvidado...

Por la noche tocó cocina española. Hicimos croquetas de pavo, empanada y, como no, tortilla de patata. Es divertido cocinar todas juntas. A la enana le encanta estar con sus primas mayores. Creo que le hace sentirse mayor. Supongo que será genial tener hermanas si eres chica o hermanos si eres chico. Es una experiencia que no tengo.
¡Tanto trabajo! En media hora estaba todo cepillado. El año que viene confeccionaremos otros platillos, no se vayan a creer que esto es lo único que tenemos que ofrecer...

Feliz Navidad en Velbert

Pues sí, es navidad. La buena nueva ha llegado, el niño Jesús está aquí, entre nosotros.

Pasamos un día tranquilo después de los excesos de ayer. Comimos con Opa y Oma. Después de la siesta, un paseito por el parque.

La verdad es que este parque está muy bien. Tiene un pequeño zoo, con cabras, burros y este tipo de animales domésticos. Hace unos pocos años lo redecoraron, por llamarlo de alguna manera. Por ejemplo, lo llenaron de instrumentos gigantes de música, como este xilófono:
La zona infantil también fue mejorada. A mí ya me gustaba antes, pues los columpios alemanes son mucho más divertidos que los de aquí y eso que ya hemos mejorada. Pero ahora todavía está mejor. Hasta mi suegra juega:
Hay para todos los gustos, desde el típico tobogán integrado en un elefante hasta el barco de piratas. Lo más divertido son los aparatos que no tenemos en casa. Como esta especie de balancín bestia:
La rueda de los equilibistras:
O el columpio - hamaca:

Nochebuena

Por fin ha llegado el gran día, la gran celebración, Nochebuena. Pasamos el día como pudimos. Los enanos 2 y 3 llevan nerviosos ya varios días, quieren regalos, necesitan regalos. Cada minuto que pasa nos acercamos más al objetivo y a un estado total de histerismo...

Hemos vuelto de la misa luterana, nos adaptamos sin problemas. La mesa ya está preparada.
La diversión puede empezar. Pero antes una foto de todos los primos con sus abuelos. Ahora que me fijo, los chicos están a un lado y las chicas al otro. ¿Lo habrán hecho a propósito?
De cena lo de siempre, fondue de carne. Acompañado de patatas cocidas, pan, ensaladas diversas y salsas. Para mi gusto un poco soso, pero no requiere mucho trabajo. Claro que al precio que está aquí el solomillo de buey no me extraña que consideren la fondue algo especial. Los alemanes se han vuelto vegetarianos, no porque sea saludable (que lo dudo) sino por el precio de la carne...

Unos momentos más tarde ya se han repartido los regalos. Hay que probarlos. Oma está encantada con su trampolín nuevo.
Los bastones malabares de D. son muy entretenidos.Los cuñados ojeando libros y paladeando licores.Aquí desgraciadamente no conocen el turrón. Como este año vinimos en avión tampoco trajimos, así que el postre consiste en algunos ingredientes indeterminados bien cubiertos de nata. Los alemanes no pueden imaginarse un postre sin nata. Es como un día sin sol. La enana montando la nata para el postre. Una verdadera alemana.
Y por supuesto, no puede faltar, filosofar en la sobremesa. Cuando el alcohol en sangre llega a un punto concreto, uno tiene las mejores ideas...

Velbert

Vamos a dar una vuelta por Velbert. Para mí este pueblo es un aburrimiento gris. Pero mi mejor mitad nació y creció aquí. Aquí viven sus padres y una de sus hermanas, junto con todos los recuerdos de su niñez, así que supongo que para él no es un pueblo gris y aburrido... Allá vamos.

Primero el ayuntamiento.
Tiene el privilegio de ser uno de los ayuntamientos más feos de Alemania, pero resulta que fue aquí donde nos casamos. No sé cómo será ahora en España. En Alemania no te puedes casar sólo por la iglesia, primero hay que pasar por el ayuntamiento. La mayoría de la gente se casan el viernes aquí y el sábado en la iglesia, si es que quieren. Nosotros fuimos un poco más extravagantes. Nos casamos aquí en octubre y diez meses después ante Dios y la familia...

Siguiente estación, dos ejemplos típicos de construcción alemana.
Velbert tiene una iglesia antigua, donde se casó una de mis cuñadas. Es pequeña y con encanto.
También se pueden comprar frutas, verduras, carne y lácteos frescos en el mercado.
Y cuando digo frescos, me refiero a que no hace falta ninguna nevera en invierno. Pensar que lo montan a las cuatro y media de la mañana, con esas temperaturas... ¡hace falta valor!

Una costumbre alemana es el Kaffee und Kuchen (café y tarta) para la merienda. El mejor establecimiento de Velbert es este. Que no me vuelvan a decir que las tartas españolas son demasiado pesadas o dulces. Las alemanas son bombas caloricas, como tiene que ser.
Este es el centro del pueblo. Con su nueva escultura-fuente-tobogán.
Mientras tanto, los enanos están entretenidos decorando el árbol de navidad. Aquí se decora justo antes de navidad. Supongo que es porque casi todo el mundo usa abetos de verdad, si lo colocas a principio de mes para el veinticinco ya está seco y decaído.
Esta es la casa de mis cuñados. Es una casa antigua en pleno centro con los techos muy altos (tres metros y medio) y cuatro pisos. El último, donde nos hospedamos se alquila por días y semanas, así que si alguna vez estáis cerca y no queréis alojaros en un hotel esto es ideal. Es un apartamento grande y confortable. Más información aquí.