Tenía muchas ganas de conocer esta ciudad, de la que todo el mundo habla tan bien. Así que hoy, a nada mejor que hacer, voy a comenzar a relatar nuestra visita e impresiones.
Llegamos a nuestro destino vía aérea el viernes por la tarde. Nos dirigimos con nuestro equipaje en dirección a la parada de taxi para llegar al hotel. Como todos teníamos la misma idea, había más gente que taxis. Inmediatamente se formaron dos filas. Mira tú por dónde: Catalonian IS Spain.
El taxista era un hombre muy amable. En cuanto se dio cuenta que éramos turistas nos fue enseñando lo que debíamos mirar en nuestro camino hacia el hotel.
Resulta que nuestro hotel, el ME Barcelona, está en el trasero mundial. Según mi mejor mitad, dentro de un año habrán cerrado, porque está apartado de todo y porque el servicio no es muy bueno, escasea el personal. Resumiendo, es un hotel minimalista con pretensiones. El pasillo hacia la habitación es esto:
Te sentías como en una caja, o una nave espacial, incomunicado. Nuestra planta tenía serios problemas de ventilación: olía como una cloaca. No es lo que te esperas en un hotel de 5*. La habitación, de diseño. Todo muy bonito pero lejos de lo funcional:
- sin armario
- sin mucha luz
- pocos espejos en el baño
Lo peor de este hotel fue que comprobé con desagrado que me robaron una cadenita de plata y perlas de río. No suelo usar muchas joyas ni bisutería (lo de colgarme piedras al cuello no es para mí) pero esta era mi cadena favorita. Así que no os lo recomiendo.
Total que después de intentar deshacer la maleta, cosa imposible pues no había armario, nos fuimos a inspeccionar la zona para cenar algo. Localizamos un par de locales para el desayuno del día siguiente y cenamos un bocata en un bar de lo más castellano, con un dueño muy amable también. Y pa'la cama.
En la próxima entrega: el barrio gótico.
4 comentarios:
viernes, 15 enero, 2010
Tengo que decir que la experiencia de hotel en Barcelona no me coge de sorpresa.
Las dos últimas veces que he estado en esa ciudad, he tenido problemas con el hotel.
Una vez fue en el Princesa Sofía 5 estrellas). Había obras al lado y no se podía parar del ruido que producian, eso, por supuesto, no dependía del hotel, aunque era muy molesto. L
Lo que si dependia es que la primera noche, sin avisar, resulto que había overbooking y nos mandaron a otro hotel de la misma cadena en San Justo Desvern, con las consiguientes y grandes molestias. Fuimos informados de este cambio por personal antipático y malencarado.
La segunda en el hotel Abba, era verano, el aire acondicionado no funcionaba, solo había un ruido continuo en toda la planta.Informado el personal, nos estuvieron toreando, dandonos otra habitación en la misma planta, en la que todo el aire acondionado estaba averiado.De hecho creo que eramos los únicos ocupantes.
Por fin uno de los camareros de planta nos llevo a otro piso, que estaba en condiciones. Era de noche, tuvimos que meter todas nuestras pertenencias de nuevo en la maleta con nocturnidad y alevosia.
Coincido contigo, Catalonia is Spain, y me parece que en otras regiones españolas hemos mejorado bastante más.
Besos
viernes, 15 enero, 2010
Pues la lámpara de mi mesilla tampoco funcionaba. Tenía la bombilla fundida. Lo dije en recepción y la impresión era de gran diligencia, pero nada ocurrió. Las cuatro noches sin luz, ¡con lo que me gusta leer por la noche!
Besos
sábado, 16 enero, 2010
Me he acordado de otro hotel en Barcelona, este fue el ultimo que he tenido que padecer; teniamos que coger un vuelo a la mañana siguiente desde el aeropuerto de Barcelona y reservamos un hotel cerca del mismo; al entrar en la habitación apestaba a tabaco...¡estaba sin ventilar, a pesar de haber contestado a la pregunta de rigor somo no fumador!!!
Besos
sábado, 16 enero, 2010
¿Habrá que seguir yendo a Barcelona y probando hoteles?
Besos
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