jueves, 11 de septiembre de 2008

¡Vuelta al cole!

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Imprime esta entrada Tres niños dispuestos a empezar el cole. Hoy fue todo sobre ruedas. Se despertaron temprano y se movieron con agilidad. Quince minutos antes de la hora ya estaban listos. Desgraciadamente esta rutina irá degenerando. En un tiempo no muy lejano tendremos que sacarlos de la cama y echarlos de casa con cajas destempladas para que lleguen a tiempo al autobús...

Uniforme nuevo, se fueron cargando con sus mochilas repletas: ropa de gimnasia, todos los libros, flautas, batas de plástica, tajalápices, gomas, bolis, balón para el recreo...

Estaban frescos como lechugas. Con ese hormigueo de encontrarse con los amiguetes después del largo verano y despejar las incógnitas del curso: quién toca de tutor, nuevos compañeros y profes, nuevas asignaturas... más la pereza de empezar el curso, la tarea, el estudio, el madrugar...

Y ahora, por partes. Mi niña (doña Peros) ya está muy grande. ¿He mencionado que casi es tal alta como yo? Acabo de heredar dos pares de zapatos suyos. Ayer me dijo que quiere hacerse la cera. Pobrecita. Yo afortunadamente viví ajena a toda coquetería hasta bastante tarde... Sigo pensando que les usurpamos la infancia que comparada con el resto de nuestras vidas es corta y la acortamos aún más. En cambio se tiende a eternizar la adolescencia. En fin, nótese la cara de fastidio. Opina que el jersey es demasiado grande y la falda demasiado amplia. Además le animé a que se quitara el pelo de la cara. Para ella equivale a un insulto de los peores. Supongo que con el tiempo se dará cuenta de que este peinado no le favorece... yo la sigo queriendo igual.

El enano nº 2 (Mr.No) ha recibido mi ineptitud para salir bien en las fotos. Ya lo dice mi madre: los guapos no somos fotogénicos (el que no se consuela es porque no quiere). En realidad esta es su encantadora sonrisa:
Vamos a ver cómo va este curso. Mr. No es tan brillante como terco, un rebelde sin causa. Espero que por fin haya comprendido que no puede imponer su voluntad a la profe. Es ella la que tiene razón. Mr. No vivió los primeros años de su vida feliz, sin lápices. Escribir no es lo suyo. Llegó a no entender lo que escribía. Se ha pasado el verano entero practicando: cuarenta y cinco minutos diarios. Espero que este curso no arrastre este problema. Será principalmente gracias al esfuerzo y apoyo de sus abuelos que le han dictado diariamente con mucha paciencia, exceptuando dos semanas y algún finde... Ha mejorado la caligrafía, la ortografía, la presentación. Al fin y al cabo, en gran parte es un problema de la musculatura de la mano. Ahora está fuerte.

Por último tenemos al nº 3 (don Quejica). Vive anclado en el futuro. En el comienzo de curso ya está pensando cómo será el que viene. Sí, hay gente así. Mi padre, sin ir más lejos... Siempre pendiente del tiempo, hoy se levantó temprano con los nervios del primer día. Angelito. Detallista, cogió el balón para jugar en el recreo. No importa que hoy llueva... Es bastante revoltoso, una buena pieza, el primero en levantarse y el último en estar listo. Por supuesto los zapatos nuevos le hacían daño. Ayer ni se le ocurrió mientras se los probaba... Cuando era pequeña no importaba al lado de quién me pusieran en el aula, yo hablabla. Esta característica también se hereda y don Quejica ha sido el elegido. Hace dos años su tutora llamaba a casa desesperada, ¿qué podíamos hacer nosotros?. Desde entonces consigue controlarse más en clase. Esperemos que siga mejorando en este aspecto.

Y eso es todo por ahora. A ver qué cuentan esta tarde cuando vuelvan. Estoy impaciente...

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