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Esta foto fue tomada el martes, 8 de septiembre. Después de dos vuelos y varias horas de espera en diferentes aeropuertos están aquí. Han vuelto pletóricos de energía, fuerzas de la naturaleza. La casa está llena de nuevo, llena de gente, llena de vida, llena de luz.
Ya los estaba echando mucho de menos. Han sido tres semanas, sin preocuparse de comidas, ropas, peleas, entretenimiento ¡qué relajo! El pequeño me llama abuela ahora, es la fuerza de la costumbre.... Este ha sido el mejor verano de sus vidas. Una vez más. Así da gusto.
Desde entonces me he dedicado a correr desenfrenadamente por la ciudad para comprar diferentes cosas necesarias para el curso y para las actividades extraescolares. Adiós tranquilidad, hola rutina. Hemos comprado diferentes tipos de playeros y todo tipo de zapatillas para el ballet. Hoy toca los zapatos del cole y cambiar los anoraks; estos enanos son más grandes de lo que los recordaba. Los niños son como las flores en verano: crecen con el sol. Sobre todo la mayor, esta en la edad de pegar el estirón, dentro de poco me pasa...
Afortunadamente el tiempo acompaña, el sol nos brinda sus servicios y pueden ir a la piscina por las mañanas, mientras yo trabajo. Eso sí que es apurar las vacaciones hasta el último momento. ¡Qué vida de lujo!
Tiramisu
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Este postre conocido y apreciado por mucha gente, no es antiguo sino que
fue creado alrededor de los años 50 del s.XX, y es de facil elaboración,
como s...
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