Después del descanso del sábado pasado, vuelta a las andadas, partido de fútbol. Aproveché para traer mi super cámara de fotos con el teleobjetivo para probar suerte. Es muy difícil sacar fotos buenas en general. Sacarlas en movimiento es aún peor. Si sumamos las condiciones de luz del polideportivo, no es de extrañar el resultado. En fin, otros partidos habrá y yo habré aumentado mi sabiduria respecto al arte de la foto. Espero.
Esta vez tocaba en casa, contra el Fozaneldi, a la intempestiva hora de las 3. Como tienen que estar cuarenta y cinco minutos antes del partido para calentar y "concentrarse" (dicutir jugadas y plantear partido), pues tocó comer tempranito y saltarse la siesta.
Aquí tenemos a dos enanos relajándose antes del almuerzo.
Después de la concentración e inmediantamente antes del partido, hay una pequeña exhibición de las habilidades de los chicos: tiros a puerta.
Ya durante el partido, el enano nº 3, que casualmente también luce el nº 3 en la camiseta, comenzó el partido en el banquillo (eso es lo que pasa cuando uno se salta el entrenamiento del viernes para ir a un cumple...).
El momento de saltar al campo llegó. Aquí uno de los intentos (fallidos) de hacer gol. Claro que el nº 7, que cubría a mi enano, no se andaba con chiquitas. Para mí (que no entiendo mucho), esto es una falta clarísima.
Quien la sigue la consigue, al final consiguió meter dos goles. Aquí, celebrando uno de ellos.
Un intento más de marcar. El partido quedó 5-2 a favor nuestro. ¡Bravo! La verdad es que el entrenador está haciendo un trabajo impresionante. Al principio de curso eran cuatro niños sin orden ni concierto corriendo tras el balón. Ahora son un equipo, se conocen, se entienden, trabajan juntos. Se me pasó el partido volando y hubo bastantes momentos emocionantes.
En la primera parte, nuestros jugadores me quedaban de espaldas a la hora de atacar. En el segundo tiempo estaban a contraluz. En fin, mala suerte. Espero poder controlar estas variables alguna vez.
Esta vez tocaba en casa, contra el Fozaneldi, a la intempestiva hora de las 3. Como tienen que estar cuarenta y cinco minutos antes del partido para calentar y "concentrarse" (dicutir jugadas y plantear partido), pues tocó comer tempranito y saltarse la siesta.
Aquí tenemos a dos enanos relajándose antes del almuerzo.
Después de la concentración e inmediantamente antes del partido, hay una pequeña exhibición de las habilidades de los chicos: tiros a puerta.
Ya durante el partido, el enano nº 3, que casualmente también luce el nº 3 en la camiseta, comenzó el partido en el banquillo (eso es lo que pasa cuando uno se salta el entrenamiento del viernes para ir a un cumple...).
El momento de saltar al campo llegó. Aquí uno de los intentos (fallidos) de hacer gol. Claro que el nº 7, que cubría a mi enano, no se andaba con chiquitas. Para mí (que no entiendo mucho), esto es una falta clarísima.
Quien la sigue la consigue, al final consiguió meter dos goles. Aquí, celebrando uno de ellos.
Un intento más de marcar. El partido quedó 5-2 a favor nuestro. ¡Bravo! La verdad es que el entrenador está haciendo un trabajo impresionante. Al principio de curso eran cuatro niños sin orden ni concierto corriendo tras el balón. Ahora son un equipo, se conocen, se entienden, trabajan juntos. Se me pasó el partido volando y hubo bastantes momentos emocionantes.
En la primera parte, nuestros jugadores me quedaban de espaldas a la hora de atacar. En el segundo tiempo estaban a contraluz. En fin, mala suerte. Espero poder controlar estas variables alguna vez.