Esta es una receta básica para todo tipo de tarteletas. El problema con esta masa es que tiende a menguar en el horno. He leído toda clase de consejos y trucos para que esto no pase, desde dejar en la nevera varias horas hasta sustituir el agua por vodka... Yo tengo el mío. Cocolar la masa en el molde y dejar que repose toda la noche en la nevera. Se cuece al día siguiente y ¡queda perfecta! Ahí va:
Masa Quebrada
Para una molde de 26 cm de diámetro
Ingredientes
* 200 gr. harina
* 80 gr. mantequilla, fría y en trozos
* 1 yema
* 1 cucharada aceite
* 1 pellizco sal
* 1 cucharada sopera azúcar
* 3 cucharadas agua fría
Método
1.- Mezcla la harina con la sal y el azúcar en una ensaladera o sobre la encimera. Ponle la mantequilla y la yema. Mézclalo todo rápidamente cortándolo con dos cuchillos hasta formar una especie de serrín.
2.- Incorpora el agua, cucharada a cucharada. A lo mejor no hace falta toda, depende de la humendad de la harina. Tienes que obtener una masa no muy lisa, lo sufienciente para poder hacer una bola. Envuélvela en papel transparente de cocina.
3.- Deja que repose en la nevera unas horas o la noche entera.
4.- Espolvorea con harina la encimera y extiende la masa con el rodillo. Tienes que sacar la bola de masa con una hora de antelación de la nevera. A mí siempre se me rompe la masa a la hora de ponerla en el molde. Nadie es perfecto...
5.- Deja reposar de nuevo una noche en la nevera. Cuando vayas a cocerla, pincha el fondo con un tenedor, cubréla con papel albal y pon unos garbanzos o habas para que no suba. Cuécela a 180º durante 30 min. más o menos. No debe coger color.
6.- Deja enfriar un poco y pincela el suelo de la tartaleta con media clara de huevo batida. Introdúcela de nuevo en el horno 5 min. para que se seque.
7.- Rellénala con lo que más te guste.
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