miércoles, 6 de mayo de 2009

Sobaos pasiegos

5 comentarios
Imprime esta entrada He tenido que realizar cuasi un trabajo de investigación para dar con la receta de estos sobaos. Tengo una pero, francamente, eran como ladrillos. Mis enanos me lo consienten casi todo en la cocina y se los comían con entusiasmo, pero yo no estaba satisfecha.

Lo primero fue ir al supermercado y leerme los porcentajes de los ingredientes de esos sobaos gigantescos. Luego realicé varias sencillas operaciones matemáticas para adaptar la receta a esos porcentajes. Después de varios intentos, dos para ser concretos, a la tercera ha sido la definitiva.

Quiero compartir esta receta, para que todos podáis disfrutarlos. Espero que os gusten tanto como a mis enanos.

Sobaos pasiegos

Ingredientes:
  • 400 gr. mantequilla, temperatura ambiente
  • 350 gr. azúcar
  • 300 harina
  • 5 huevos
  • 1 sobre levadura química
Método:
  1. Bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté blanquecino.
  2. Añade los huevos: primero uno, bate hasta incorporar, luego el siguiente y así hasta que estén todos incorporados.
  3. Mezcla la harina con la levadura e incorpórala a la mantequilla con una cuchara de madera. Revuelve sólo lo justo, sino endurecerán.
  4. Enciende el horno a 180º.
  5. Forra una bandeja de horno con papel de hornear. Vierte la masa, alísala con una espátula y cuécelo durante 20 min.
  6. Deja que se enfríe en la bandeja. Corta el bizcocho en rectángulos. Yo encuentro que están mejor después de reposar una noche.
Se pueden saborear al desayuno, a la merienda o a lo largo de todo el día.

5 comentarios:

Ana María Hernáez says:
jueves, 07 mayo, 2009

Buena foto, saborenado mummmm... Cada vez te salen mejor

Ana María Hernáez says:
jueves, 07 mayo, 2009

(continuación)tanto las fotos ,como la repostería

Ana H.H. says:
jueves, 07 mayo, 2009

Puedes pasar a buscar uno o varios cuando quieras. Besos. Congui

Tordon says:
jueves, 07 mayo, 2009

Solo con imaginármelos, ya se me cae la baba...

Salu2

Ana H.H. says:
jueves, 07 mayo, 2009

¡Seguro que las manos del crak del güaje los hacen divinamente!
Abrazos