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Con este libro me salgo de mis preferencias habituales: los clásicos.
Los autores del libro defienden la tesis de que lo que verdaderamente apasionaba a Leonardo da Vinci era la cocina, basándose en la copia del códice Romanoff, que se ha perdido. No me atrevería yo a afirmar que la única pasión del genio era la cocina. Más bien me inclino a pensar que la cocina, y todo lo que con ello tiene que ver, también le podía interesar.
Leyendo este libro se aprende del protocolo en la mesa de la época (dónde sentar a un invitado si va a ser asesinado, o si tiene la peste), sus costumbres (menúes de fiesta), sus platillos, sus ingredientes (entre otros los preferidos: testículos de corderos, ancas de rana, renacuajos y nabos, muchos nabos) su manera de cocinar. Resumiendo, todo sobrecocinado y endulzado. Claro, para poder tolerar la cantidad de alimentos pútridos, la miel debía ser muy necesaria.
El libro está dividido en tres partes. La primera nos explica el origen del códice. La segunda es una biografía del genio. La tercera, la transcripción del códice en sí.
Realmente, tras esta lectura no puedo sino pensar que Leonardo da Vinci o era un estraterrestre, o nació con, al menos, tres siglos de antelación.
Es esta una obra deliciosa. No por su estilo, del que carece, no por su argumento, que no tiene. Por la información que contiene y la manera de redactar de Leonardo, para troncharse de risa.
Sea o no verdad, la sola idea de que este genio vivía para y por las recetas y la cocina me resulta, simplemente, deliciosa.
Tiramisu
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Este postre conocido y apreciado por mucha gente, no es antiguo sino que
fue creado alrededor de los años 50 del s.XX, y es de facil elaboración,
como s...
2 comentarios:
lunes, 05 abril, 2010
Conozco el libro, es de lo más entretenido.Se pasa un rato estupendo con sus páginas.
Si todo lo que cuenta no es del propio Leonardo, podemos deir como los italianos "si non è vero é ben trovato".
Besos
martes, 06 abril, 2010
Al menos tenemos los relatos del novelista de la corte de Ludovico Sforza de los "accidentes" con las ocurrencias de Leonardo. Te tronchas.
Besos
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